Los vecinos de Les Corts se manifestarán este sábado contra el proyecto que quiere desarrollar el Arzobispado en el barrio. Este acto reivindicativo, que dará a conocer el conflicto existente de Can Capellanets, se desarrollará en forma de jornada lúdica con actividades familiares, entre las que habrá una chocolatada popular, actividades infantiles, demostraciones de baile y un vermut popular, entre otras.
El movimiento, que va más allá de cualquier color político, busca proteger el patrimonio de la iniciativa lucrativa que quieren llevar a cabo los religiosos. Por ello, se han adherido más de 25 asociaciones del barrio y de toda la ciudad a una lucha promovida en primera instancia por la Plataforma Salvem el Patrimoni de Les Corts, que continúa después de que el pleno municipal diera luz verde al proyecto con menos del 50% de la representación a favor.
REIVINDICACIONES
En el manifiesto por Can Capellanets, se denuncia la "degradación continuada desde hace más de cuatro años del edificio catalogado de Can Capellanets y de sus jardines protegidos" y la "falta de actuación efectiva del Ayuntamiento durante todos estos años ante las denuncias continuadas por parte de vecinos, entidades y asociaciones vecinales". También se muesta la "oposición al proyecto impulsado por el Arzobispado de Barcelona con finalidades lucrativas de construcción de un gran edificio adosado en el edificio catalogado", y el carácter "intolerable" de "la destrucción de unos jardines protegidos en plena emergencia climática".
En la misma línea, se emplaza al Arzobispado "al diálogo con las asociaciones y entidades vecinales de Les Corts para lograr un proyecto que sea beneficioso para el barrio y respetuoso con el patrimonio catalogado y los edificios protegidos", y se pide al "equipo de gobierno del Ayuntamiento y al resto de grupos políticos que detengan definitivamente el desarrollo de un proyecto que ningunea, degrada y destruye el patrimonio histórico del barrio de Les Corts".
OLVIDADOS
Las asociaciones adheridas al manifiesto resaltan el contraste entre la "excelente noticia de que la Casa Buenos Aires de Vallvidrera se convertirá en un espacio público promovido por el Ayuntamiento" y, en cambio, el patrimonio de Les Corts no contará con la misma protección, evidenciando así el olvido del consistorio con el barrio.