
Tráfico en la ronda del Mig, Gran Via de Carles III y avenida Diagonal Barcelona
Vivir junto a la ronda del Mig, una pesadilla para los vecinos: “Por las noches no se puede dormir”
Los residentes de Les Corts inciden en la necesidad de cubrir esta vía, que se ha consolidado como un foco de contaminación acústica y atmosférica que amenaza la salud de miles de barceloneses
Otras informaciones: Barcelona mantiene 'sine die' la incógnita sobre la cobertura de la ronda del Mig
Noticias relacionadas
Días expuestos al incesable tráfico que circula por más de una decena de carriles, y noches en las que, tan siquiera, se puede conciliar el sueño. Este es el día a día con el que lidian muchos vecinos de Les Corts, cuyas viviendas son próximas al tramo sin techar de la ronda del Mig.
Así lo explican varios vecinos, agrupados en la asociación Millorem Barcelona para luchar por la cobertura de esta vía, a Metrópoli. Una de ellas, residente en la Gran Via de Carles III, abre las puertas de su casa a este medio, lo que permite comprobar la pesadilla que resulta vivir sumido en el cóctel de contaminación acústica y atmosférica que ocasiona, principalmente, la ronda.
Noches sin dormir
Pese a realizar cambios en la carpintería de algunas ventanas y dotarlas de un doble acristalamiento, esta vecina explica que no ha podido lograr una rebaja suficiente del ruido que supone el volumen de tráfico que circula junto a su domicilio. “Estamos en primera línea, incluso por las noches no se puede dormir”, señala.

Tráfico nocturno en la ronda del Mig
La contaminación atmosférica es otra constante que perjudica la salud de los residentes, lo que se refleja en barandillas, ventanas y persianas de vecinos de calles como la propia Gran Via o la calle de Europa, también expuesta a esta elevada circulación.
Intercambiador
Los afectados recuerdan que, además de la ronda, conviven con la avenida Diagonal y la constante circulación que ello supone. Además, denuncian, la confluencia entre ambas vías y su entorno se ha convertido en un intercambiador.
“Al margen del tranvía y el metro, tenemos 26 líneas de autobuses que se concentran en esta zona, que se ha convertido en un intercambiador de transporte público sin que se haga nada para contrarrestar sus efectos”, denuncian.

Autobuses junto a la ronda del Mig Barcelona
A todo ello, añaden, se incrementa la densidad del tráfico en determinadas jornadas, como los días de partido en el Camp Nou o en momentos con mayor actividad comercial.
Colectivos vulnerables
La realidad actual, relatan los residentes, no solamente supone un riesgo para su salud, sino también para colectivos vulnerables como “pacientes y estudiantes”, dada la concentración de hospitales y centros educativos en la zona.
Desde Millorem Barcelona también señalan que “desde 2004” reclaman la “sustitución del asfalto de la ronda” por uno fonoabsorbente, así como la “plantación de árboles frondosos” que ejerzan como pantalla, dos peticiones que han sido desoídas.
Óxido de nitrógeno
Los niveles de óxido de nitrógeno superan con creces los máximos establecidos a nivel europeo, aspecto que resulta especialmente preocupante para los vecinos.

Niveles de NO2 en la ronda del Mig, superiores a los límites europeos
Según algunas mediciones con los que cuentan los residentes, los niveles máximos de NO2 llegan a doblarse respecto a los límites marcados por la Unión Europea.
Cobertura
Los vecinos llevan más de un año a la espera de que el Ayuntamiento elabore un proyecto de viabilidad y establezca un calendario de ejecución para la cobertura de la ronda, después de que se aprobara una proposición del PP en este sentido en febrero de 2024.
Juan Milián, edil popular en Barcelona, solicitó en el pleno municipal de febrero el estado de cumplimiento de dicha proposición. El regidor de Les Corts, David Escudé, apuntó que se estaba a la espera de un “informe solicitado a BIMSA”, lo que nada tiene que ver con el contenido de la propuesta.
Los vecinos recuerdan que el estudio a elaborar debe ser sobre la cobertura, exclusivamente, de la ronda del Mig, y no de grandes infraestructuras de Barcelona, como ha planteado el gobierno municipal.