Obras en el Camp Nou Barcelona
Comerciantes y restauradores de Les Corts, ahogados por las obras del Camp Nou: “Estamos de capa caída”
Las obras prolongadas en el estadio azulgrana han reducido drásticamente la afluencia de clientes, dejando a los comercios de sus aledaños al borde de la quiebra
Las obras del Spotify Camp Nou de Barcelona siguen su curso. Los trabajos en el estadio del club presidido por Joan Laporta, lejos de ser una renovación que dinamice el entorno, se han convertido en un problema con consecuencias económicas "graves" para el distrito de Les Corts.
El aplazamiento constante de fechas de inauguración, la ausencia de eventos deportivos, con su lógica falta de aficionados, y la consiguiente caída del turismo futbolístico tienen a bares, restaurantes y negocios de la zona al borde de la asfixia.
"Aguantamos, pero estamos de capa caída. No hay trabajo", lamenta en conversación con Metrópoli la presidenta de la asociación Les Corts Comerç 08028, Alina Maria Laba.
"Dependemos del Camp Nou. Estamos muy cerca y llegan muchos turistas. Sin los partidos estamos muy afectados por los clientes. Económicamente, es mucho más duro", añade uno de los comerciantes de la zona.
Obreros en el Camp Nou Barcelona
Menos clientes y un barrio apagado
El Camp Nou siempre ha sido mucho más que un estadio: era el centro de actividad de toda una zona. Con la ausencia de partidos y el cierre del recinto por obras, muchos negocios han visto desaparecer gran parte de su clientela habitual.
Aunque espacios como el museo o el Palau Blaugrana siguen abiertos y reciben visitantes y aficionados de las secciones del club, bares, restaurantes y tiendas de comercio local lamentan la pérdida de facturación que han notado desde que se iniciaron las obras en 2022.
“Cuando había un derbi esto era una locura. Ahora no viene nadie. Ni turistas, ni aficionados. Los cruceros ya no incluyen el estadio como parada y eso también se nota”, explica un trabajador del restaurante El Cargolet.
Desde La Pepa Frankfurt, el diagnóstico es similar: "Ahora, ni con cinco personas en plantilla tenemos faena. Antes estábamos al borde del colapso cada fin de semana".
Reflejo de un obrero en el Camp Nou Barcelona
Pérdidas económicas y recortes de personal
La bajada de clientes ha golpeado directamente a las cuentas de los negocios. Muchos establecimientos reconocen haber perdido entre el 40 % y el 60 % de sus ingresos desde que se iniciaron las obras. Algunos se mantienen gracias al consumo básico de los obreros, pero este, señalan, es mínimo.
“Los trabajadores de la obra comen aquí, sí, pero tienen las dietas pagadas y gastan poco. No compensa”, comenta Alina. “Hemos recortado horarios y cerrado en horas muertas. Antes tenía dos trabajadores por la mañana y dos por la tarde. Ahora estamos solos y aun así sobra tiempo", añade.
En muchos locales, la plantilla se ha reducido drásticamente. Las jubilaciones no se han reemplazado y los contratos temporales han desaparecido. “No podemos permitirnos contratar a nadie. No hay movimiento suficiente”, lamentan desde varios restaurantes.
Este caso contrasta drásticamente con la situación previa a las obras, cuando hasta se reforzaban las plantillas de los bares y comercios para absorber la alta demanda de clientes. Trabajábamos con 10 o 12 personas; ahora, con cinco ya es demasiado", asegura otro de los comercios de la zona.
Los trabajadores durante las obras Camp Nou Barcelona
En bares como Casa Ferreiro, señalan que con los días de partido se podía hasta triplicar la facturación: “Si una jornada cualquiera se facturaban 2.000 euros, en día de partido se podía llegar a 6.000. Era nuestro salvavidas”, asegura uno de sus trabajadores.
Poner los partidos por televisión, una solución temporal
Algunos negocios han optado por una solución provisional: retransmitir los partidos del Barça desde Montjuïc en sus locales. “Hemos tenido que contratar las suscripciones deportivas, aunque sea un gasto extra, porque si no, no entra nadie”, explican desde el Frankfurt La Pepa. "Antes no hacía falta ni poner la tele, el estadio estaba al lado y llenábamos. Ahora es lo único que atrae algo de gente. Es lo que toca. Sino, no comemos", asegura el mismo trabajador.
Sin embargo, esta alternativa tiene un alcance limitado. Solo algunos bares pueden ofrecer este servicio, y no todos los clientes están dispuestos a desplazarse hasta Les Corts para ver el partido lejos del estadio. "No es una opción de momento para nosotros", explican desde Casa Ferreiro.
Esperanza
Pese a la difícil situación por la que pasan, comercios y restaurantes se mantienen confiados de que el fútbol vuelva al estadio azulgrana lo antes posible, aunque sea con un aforo limitado hasta que se finalice de forma completa la reforma.
Pese a todo, reina una cierta esperanza. "Estamos esperando y deseando que vuelva el Barça. Para el barrio, los partidos significan visibilidad", asegura Alina Maria. "Es lo único que nos puede salvar", añade la presidenta de la asociación Les Corts Comerç 08028.
En el mismo sentido se expresan los restauradores de la zona en conversación con este digital. La posible reapertura parcial del estadio, prevista en un inicio para el mes de septiembre, podría devolver algo de actividad al distrito.
Los trabajadores de los locales de restauración creen que, incluso con un aforo reducido, el regreso del Barça podría suponer un alivio: “Tengo fe en que será bastante mejor. El campo es nuevo, la gente vendrá de todo el mundo”, afirma uno de los trabajadores del Frankfurt La Pepa.