La superilla del Poblenou es “alegal”, según ha denunciado el abogado Daniel Vosseler, quien ha señalado que si el Ayuntamiento no acepta “sentarse a hablar” con los vecinos críticos con el proyecto recurrirán a la vía judicial para detener y deshacer las nueve islas que forman la superilla.

Vosseler ha intervenido en una rueda de prensa organizada por la Plataforma d'Afectats per la Superilla del Poblenou, una entidad formada por vecinos críticos con este proyecto a la que representa. Para denunciar la alegalidad se escudan en un informe técnico que han encargado, en el que se señala que “no se percibe un respeto institucional para los procedimientos establecidos para la formulación y tramitación de los cambio en el ordenamiento vigente”.

Por el momento conceden un mes más de margen al Ayuntamiento antes de presentar una reclamación al consistorio para dialogar, algo que denuncian que el equipo de gobierno les ha negado desde que en octubre mantuvieron una reunión con técnicos municipales.

Pasado ese mes, si no reciben respuesta, como les ha pasado hasta ahora, presentarán una reclamación oficial, paso previo a la denuncia en los juzgados. Esa es la última vía que quieren explotar, pero que no descartan, para detener los trabajos que se están realizando en la superilla y la revocación del proyecto.

Jordi Campins, portavoz de los vecinos críticos con la superilla, ha explicado que después de los reportajes publicados en medios internacionales, como The New York Times, The Guardian, Vox, entre otros, el proyecto “para ellos (el equipo de gobierno) es un símbolo y para nosotros calidad de vida”, por lo que entiende que “asumir que es una chapuza les cuesta mucho”.

"BRICOCONSULTA"

Paralelamente a la posible denuncia, la Plataforma d'Afectats per la Superilla del Poblenou prepara una “bricoconsulta” entre los vecinos de la zona, para que puedan dar su opinión al respecto del proyecto, según ha anunciado Campins. La pregunta será clara: “¿Quieres el actual proyecto de la Superilla del Poblenou?”.

Podrán votar los vecinos empadronados dentro del perímetro que forman las calles Pallars, Bilbao, Diagonal, Bolivia y Álava. La consulta se realizará durante tres semanas y se espera conocer el resultado a mediados de mayo. Campins ha reconocido que “sabemos que no tendrá las mismas garantías” que si la organizara el Ayuntamiento.

Los vecinos organizados entorno a la Plataforma crítica con las superillas, han remarcado que están a favor de los propósitos que persigue el proyecto, pero en contra de la manera en que se ha realizado y que ha provocado, según denuncian el cierre de varios negocios, como una chatarrería, o la disminución de la actividad económica de otros, como un concesionario.

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