La huelga de metro suma nuevos actores que tendrán por misión desencallar un conflicto enquistado. En la primera comparecencia conjunta de la alcaldesa Ada Colau y la presidenta de movilidad, Mercedes Vidal, con motivo de los paros en el suburbano, la expectación era máxima y la respuesta, unilateral. Ha sido la edil quien ha desvelado que a partir de ahora se sentarán en la mesa de negociación Jordi Martí en representación del Ayuntamiento de Barcelona y Eduard Saurina, coordinador general de servicios del Área Metropolitana como representante de esta segunda administración.
Los dos nombres propuestos y anunciados por Colau este jueves se sumarán así al equipo de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) que sigue la negociación desde el primer día, con Enric Cañas al frente como consejero delegado de la empresa pública. De esta forma, el consistorio da un golpe de efecto en la negociación para tender la mano una vez más a los sindicatos y llegar a un acuerdo lo antes posible.
MENSAJE PARA LA PLANTILLA
“Hoy mismo trasladaremos a la mediación de la Generalitat de Catalunya este refuerzo del equipo negociador, de estas personas directamente representantes de las administraciones, que se suman al equipo que está ahora mismo negociando para hacer el máximo esfuerzo y conseguir como mínimo el objetivo de mínimos que nos tenemos que fijar".
Un objetivo de mínimos que para la alcaldesa se resume en conseguir "que el comité traslade una propuesta para que los trabajadores la puedan valorar y votar en asamblea”. Y todo ello, a corto plazo.
ERC PEDIRÁ LA DIMISIÓN DE VIDAL EN EL PLENO
Con esta medida, la alcaldesa evita implicarse de forma directa en el día a día del conflicto, tal y como le pedían comité de huelga y partidos de la oposición como el grupo municipal del PP o de ERC. Asimismo, relega a la también regidora de movilidad a un segundo plano ya que no se sentará en la mesa de negociación con los sindicatos. Una actitud que ha mantenido en todo el proceso, el cual empezó hace prácticamente dos años con el inicio de las negociaciones del convenio y que ha mantenido tras anunciarse los paros parciales todos los lunes desde el pasado 24 de abril.
Por todo, los partidos de la oposición reprobaron a Vidal en sede municipal la semana pasada, pero el nivel de acusación en la Casa Gran subirá de nivel este viernes ya que ERC ha anunciado que pedirá al pleno del Ayuntamiento la dimisión de Vidal. Pero este jueves su nombre ha pasado de puntillas frente a la incorporación de Martí y Saurina en la negociación con la plantilla del metro.
COLAU DESCARTA EL LAUDO OBLIGATORIO
En su intervención, Colau ha sostenido que ya se han alcanzado los límites tanto legales como presupuestarios (hasta la fecha, 23 millones de euros) para encontrar soluciones, pero no por ello dejará de buscar alternativas dentro de ese mismo marco. La alcaldesa ha reiterado una y otra vez que lo único que se ha puesto encima de la mesa han sido mejoras para los trabajadores y que la voluntad es la de mantenerlas, negando así recortes salariales o de plantilla.
Asimismo, la alcaldesa ha sido tajante al negar que la solución al conflicto sea el de avocar la negociación a un laudo obligatorio. “En ningún caso, lo que queremos es una negociación y llegar a un convenio”, ha puntualizado.
Respecto a las medidas que según el comité de huelga están encalladas como el facilitar la elección de horarios entre trabajadoras embarazadas o la externalización de servicios, Colau ha defendido que nadie puede poner en duda que con la trayectoria del Gobierno local, no se haya demostrado su sensibilidad ante este tipo de demandas. “Quizás por eso puede haber máximas exigencias, máxima expectativa y que a este gobierno se le pidan cosas que no se hayan pedido a gobiernos anteriores”, puntualizaba la edil.