Huelga total en El Prat bajo custodia de la Guardia Civil
La Generalitat tiende la mano a seguir negociando mientras el Gobierno prepara el laudo obligatorio
13 agosto, 2017 21:35Noticias relacionadas
Los trabajadores de Eulen han decidido llevar hasta el final la huelga total en el Aeropuerto de El Prat. Desde este lunes, habrá paros de 24 horas de forma indefinida en los controles de seguridad, ahora bajo custodia de la Guardia Civil.El Gobierno decidió el viernes, en un Comité de crisis, desplegar al cuerpo de seguridad en el aeropuerto para paliar los efectos de una huelga histórica por su fondo y sus formas.
Los agentes no sustituirán a la plantilla de Eulen, tal y como explicó el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna en rueda de prensa. Reforzarán los controles en las filas de vigilancia de los pasajeros, aunque para ello algunos se han tenido que formar en radioscopia. El objetivo del Gobierno, como indicó De la Serna el pasado viernes, es que no haya “ningún problema de orden público ni de seguridad durante las jornadas de paros para los que se ha establecido un 90% de servicios mínimos. Un nuevo escenario en el que, según ha asegurado el asesor del comité de huelga Juan Carlos Giménez, la "convivencia" entre los empleados de Eulen y los agentes es "muy mala".
EL LAUDO OBLIGATORIO, EN MARCHA
En paralelo, el Ejecutivo central ha estado trabajado durante el fin de semana con la Abogacía del Estado para preparar un laudo obligatorio. "De hecho ya ha habido una petición formal por parte de Fomento a la Abogacía del Estado que está y ha estado haciendo durante el fin de semana el informe pertinente para poder trasladarlo al Ministerio de Empleo y de ahí trasladarlo al Consejo de Ministros, que es quien tiene que dar el primero de los pasos para constituir o formalizar la designación de un árbitro”, ha explicado el ministro.
De la Serna ha aprovechado su intervención desde Santander para criticar nuevamente la "postura muy inmovilista" del comité de huelga y el rechazo a una propuesta "razonable", por lo que ya ha iniciado los trámites para el laudo arbitral. Una propuesta de la Generalitat que constaba de un complemento salarial de 200 euros mensuales frente a los 150 euros que proponía la dirección y los 350 que reclamaba la plantilla.
RECHAZO A LA PROPUESTA DE MEDIACIÓN
Este domingo, los trabajadores estaban llamados a la votación por segunda vez en una semana, rechazando de nuevo la propuesta del Govern. De un total de 350 empleados, 186 han ido a depositar su voto y de ellos, solo 36 han optado por la alternativa del Ejecutivo catalán. "No podemos decir que estamos decepcionados ni que no porque democráticamente ha salido el 'no' y nuestro trabajo de mediar, que es acercar posiciones, ha acabado", ha afirmado la consellera de Treball, Dolors Bassa sobre el resultado.
Bassa, que se ha mostrado decepcionada con la situación, ha asegurado que pese a todo, "estaríamos abiertos hoy mismo toda la noche para que no hubiera huelga, pero tiene que ser que las dos partes nos lo pidan". Para la consellera, el papel del Govern ha finalizado y es el turno de las partes enfrentadas. "Se acaba nuestra tarea y ahora, si quieren negociar, tienen que hacerlo las dos partes, que son Eulen con Aena y los trabajadores”, ha puntualizado.
TENSIÓN EN LOS CONTROLES
Ante este escenario, los trabajadores han denunciado coacciones para evitar llegar a la huelga total este lunes. A la sobrecarga de trabajo que soportan especialmente las trabajadoras de Eulen en los controles de seguridad, ha asegurado Giménez, se suma ahora la "presión constante de la Guardia Civil", hasta el punto de que hoy algunas de ellas han acabado "llorando".
En declaraciones a este medio, Giménez aseguraba el sábado que “las soluciones que aporta el Gobierno son de pandereta”, en referencia al despliegue de la Guardia Civil en los controles de seguridad. “Siempre hay Guardia Civil. Es un absurdo porque el fondo del problema es otro”. Básicamente, una licitación a la baja del servicio de seguridad, un servicio externalizado por Aena quien aceptó por válidas unas condiciones laborables que ahora se le han vuelto en su contra.
Además, Giménez sostiene que el laudo, la última baza del Ejecutivo para frenar la huelga a la fuerza, “no preocupa” a la plantilla. “Habrá que poner otra huelga”, consideraba el asesor del comité de huelga, quien recordaba que las reclamaciones de los trabajadores no son más que mejoras laborales y salariales antes las condiciones de trabajo. “Piden poder ir al lavabo, comer, hacer vida normal con un sueldo que pase de los 1.000 euros".