Una nueva huelga planea sobre el Aeropuerto de El Prat. Este domingo, los vigilantes de seguridad de la empresa Eulen se reúnen en asamblea para decidir si convocan una nueva huelga, la segunda el mismo verano.
El motivo que impulsaría los nuevos paros no radican en reclamar un incremento salarial que se ajuste a lo que creen un salario digno, ni el aumento de personal como les llevó en la primera convocatoria. La misma que se resolverá el próximo miércoles cuando el árbitro asignado por el Gobierno, Marcos Peña, dictamine la resolución final. Esta vez, los vigilantes de El Prat decidirán qué hacer antes los dos despidos que hizo la compañía durante los paros parciales.
El comité de huelga de Eulen durante el recuento de votos en la última asamblea /M.S.
DESPIDOS POR LOS PAROS PARCIALES
La reunión, convocada a las 11:00 horas en el centre Cívic del Delta del Llobregat (El Prat de Llobregat), se espera larga, hasta las 18:00 horas e intensa. “Vamos a hablar del laudo, de los pros y contras” para después analizar qué se puede hacer ante los despidos que la dirección firmó aseverando que no habían cumplido con los servicios mínimos, explica. “Espero que la gente responsa y puende: mañana me puede tocar a mí”, reflexiona el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez.
De la asamblea puede salir cualquier cosa porque, como subraya Giménez, “quienes opinan y deciden son los trabajadores”. Eso sí, según explica a Metrópoli Abierta, si finalmente se acepta convocar una segunda huelga como él cree que sucederá, “la idea no es que sea de 24 horas, pero sí sería una huelga indefinida” hasta que se solucione la situación de los dos vigilantes despedidos con contrato indefinido.
“Todavía no ha habido despidos por los paros totales, pero hay que tomar medidas por lo que hay y por lo que pueda venir”, sentencia el asesor que también hace las veces de portavoz de los trabajadores en huelga.
EL LAUDO SE CONOCERÁ EL MIÉRCOLES
En paralelo, el comité de huelga ha presentado una denuncia por el laudo oblligatorio al considerar que se “están pisando los derechos de los trabajadores” como puntualiza Giménez. El Gobierno central decretó esta medida para acabar con los paros parciales ante la amenaza de extenderlos de forma indefinida de 24 horas que finalmente se ha llevado a cabo desde el pasado 14 de agosto pese a la suspensión temporal tras el atentado en Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Lo cierto es que fue durante los paros parciales de algunas horas durante días alternos los que realmente llevaron el caos al aeropuerto de El Prat. Entonces, el Gobierno central no había tomado ninguna medida ya que era la Generalitat la que, en calidad de mediador, se reunía con dos partes aferradas a sus opuestas posiciones. La compañía pretendía aprobar un complemento salarial de 150 euros, aunque acabó aceptando la propuesta del Govern de elevar la suma a los 200 euros. Por su parte, los trabajadores que reclamaban inicialmente 350 euros, finalmenté votó un incremento salarial de 250 euros en 15 pagas.
VOTACIÓN INESPERADA, DESPLIEGUE DE LA GUARDIA CIVIL
En vista de que la conselleria de Treball no lograba desencallar la situación y que ni dirección ni comité de huelga llegaban al entendimiento después de que el comité de huelga reventara las negociaciones con una votación inesperada, el Ejecutivo tomó cartas en el asunto para acabar con las eternas colas que paralizaron el Prat durante semanas.
Con la imposición de un laudo obligatorio, el Ejecutivo ponía al frente de la negociación a Peña para que este, tras reunirse con las partes, dictamine una solución que se conocerá el próximo miércoles. Mientras tanto, el Gobierno también ordenó el despliegue de agentes de la Guardia Civil en las colas de control para evitar más colas de espera pese a que la huelga indefinida cuenta con un 90% de servicios mínimos.