Comprar una licencia de taxi en Barcelona y su área metropolitana no está al alcance de cualquier bolsillo. Hasta 158.000 euros se pide en la página del Institut Metropolità del Taxi (IMT) por una licencia con un coche de 7 plazas. Especialmente en la última década, el traspaso de licencias se ha convertido en un buen negocio para los vendedores. El año pasado cambiaron de manos 599 licencias y el precio medio se situó en 133.672 euros, según datos del IMT.

La gerente del IMT, Teresa Carrillo, explica que “la mayoría de licencias se traspasan por jubilación”. Tanto en 2015 como en 2016, por esta razón se vendieron 387 y 389 licencias de un total de 576 –en 2015-- y de 599, respectivamente.

“La venta de una licencia es un complemento a la jubilación. Los taxistas son profesionales autónomos. Cuando se jubilan, las pensiones que les quedan suelen ser bajas. La venta de la licencia de taxi puede suponer una ayuda importante”, dice el presidente del Sindicato del Taxi de Catalunya (STAC), Luis Berbel.

¿Y, quién compra las licencias? Fuentes del sector explican que las licencias las pueden comprar empresas, inversores que las explotan o autónomos –españoles o extranjeros, como paquistanís-- que ven en el taxi una salida laboral.

En muchos casos, el comprador realiza una fuerte inversión, generalmente a través de un préstamo,  y se verá obligado a hacer muchas horas para amortizarla. “Se dan casos de profesionales que para sacar el máximo rendimiento tienen el vehículo funcionando todo el día o casi todo el día, en turnos de 8 o 12 horas. El titular de la licencia de taxi lo lleva una parte de la jornada y un asalariado, el resto”, explican fuentes del sector.

HASTA 200.000 EUROS HACE UNA DÉCADA

Los precios de las licencias empezaron a subir en 2003, cuando se liberalizaron. Hasta entonces, el IMT controlaba los traspasos y fijaba los precios finales. El resto del sector sigue regulado por la Administración y para poder ejercer de taxista, el profesional está obligado a tener un carnet especial y el coche debe estar homologado. Las tarifas vienen marcadas por la Administración.

En las primeras transacciones que se hicieron en el mercado libre, por las licencias se pagaban entre los 45.000 y 50.000 euros. Poco a poco fueron subiendo y en 2006 se situaron en los 110.000 y 120.000 euros. En 2007, los precios se dispararon. Se llegaron a pedir entre 180.000 y 200.000 euros, el valor de algunos pisos de la época en Barcelona.

Al IMT no le consta que se llegaran a dar estas cantidades. “El precio de los últimos años ha oscilado entre 130.000 y 135.000 euros”, expone la gerente. Sin embargo, el IMT reconoce que las estadísticas de los precios se hacen a partir de las informaciones que les dan los taxistas.

Taxis en la estación de Sants / STAC



“Se trata de transacciones entre privados. La Administración no interviene. Un profesional que vende o compra una licencia no está obligado a decirnos el precio”, subraya la gerente. El presidente del STAC corrobora que “los precios los marca el mercado, la oferta y la demanda”.

Actualmente en el Área Metropolitana de Barcelona hay 10.523 licencias de taxi. El IMT no tiene previsto ampliarlas. “El sector está sobredimensionado”, asegura Berbel. Que se trate de un mercado cerrado provocó que hace unos años los precios subieran notablemente. Y ahora, desde la crisis, cuando el taxi se convirtió en un sector refugio para profesionales que se quedaron sin trabajo, se mantienen estables en los 135.000.

En diferentes webs se encuentran ofertas de venta y demandas de compra de licencias de taxis barcelonesas. En la web del IMT, las ofertas de venta -que pueden incluir el vehículo y conllevan algunas obligaciones, por ejemplo, el día de fiesta- no bajan de los 152.000 euros, mientras que las peticiones de compra no suben de los 135.000. A partir de ahí, toca negociar.

CONFLICTO CON LOS VTC

Los taxistas mantienen desde hace tiempo un conflicto abierto con los vehículos de alquiler con conductor, conocidos como VTC. Actualmente, hay unas 800 licencias de VTC en el área metropolitana. Antes, los VTC funcionaban para servicios muy específicos, como bodas o entierros, pero cada vez hacen una mayor competencia al taxi -un sector regulado- sin horarios, ni precios marcados por la Administración, ni restricciones.

El sector del taxi está pendiente de una sentencia del Tribunal Supremo que puede permitir poner en circulación, sólo en el Área Metropolitana de Barcelona, 3.000 nuevas licencias VTC a coste 0. Si finalmente se permite y no están claras las reglas del juego -es decir, el papel que debe hacer cada vehículo-, no sólo se desplomarían los precios de las licencias tradicionales, sino que se pondría en peligro el trabajo de miles de taxistas.

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