La filtración de una encuesta realizada en octubre por la empresa Tram sobre la unión de los tranvías de Barcelona por la Diagonal no ha surgido el efecto esperado por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Tanto ERC como el PDeCAT han criticado la presión que están recibiendo por parte del consistorio y lo relacionan con la falta de “argumentos sólidos para defender su propuesta”.
Esquerra, que en su programa electoral llevaba la unión de los tranvías por la Diagonal, exige al consistorio que se remunicipalice la gestión del tranvía si Colau quiere contar con su apoyo.
En este sentido, Alfred Bosch, líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, ha incidido este lunes en que “el gobierno de Colau continua mezclando lo público con lo privado”, en referencia a que se haya filtrado como encuesta del Ayuntamiento una consulta realizada por la empresa Tram, lo que ha calificado de “inaceptable”.
Respuesta similar a la ofrecida por la regidora del PDeCAT Francina Vila, quien ha relacionado las presiones con la encuesta a la falta de “argumentos sólidos para defender su propuesta sobre el tranvía”, el cual ha definido como un proyecto fallido de Colau.
Pese a estas críticas de la oposición, a la cual Colau necesita para sacar adelante el proyecto, la alcaldesa se ha reafirmado en su voluntad de sacar adelante la unión de los tranvías por la Diagonal y ha insistido este lunes en que no retirará la votación del plenario del próximo viernes, pese a no contar a priori con los apoyos que precisa.
Por el momento, tanto el PDeCAT como ERC le insisten en que contemple otras alternativas como avanzar con la L9 del metro, como pide Bosch, o poner en marcha la línea de autobús D30, que haría el mismo recorrido que el tranvía.