Las colas que se montan en el aeropuerto en las horas punta cuando se intenta coger un taxi han causado más de un contratiempo en la parada donde habitualmente estacionan a la espera de viajeros los vehículos de la 'flota amarilla'.
Aunque hay una o varias personas, dependiendo de la presencia de viajeros, destinadas a distribuirlos hacia el taxi que les corresponde, las prisas y la impaciencia llegan a generar algunos momentos de tensión, tanto entre los propios viajeros, como entre estos y los encargados de intentar mantener el orden en la fila.
Habitualmente, los viajeros esperan en una sola fila a que les toque el turno de coger un taxi, normalmente el que les indica el personal encargado de ello. Sin embargo, el sistema no parece ser el más idóneo posible habida cuenta del malestar que causa en algunos viajeros por las deficiencias que presenta.
De hecho, la semana pasada se produjo un incidente ante la acumulación de pasajeros en la zona en la que se toman los taxis y la ineficacia del sistema, incidente que provocó fuertes discusiones ante lo que algunos viajeros consideraron un trato poco apropiado.
El incidente no llegó a mayores, pero dejo constancia de que el sistema es mejorable y de que los viajeros que llegan al aeropuerto necesitan un modelo eficaz que les permita llegar a su destino dela manera más rápida y cómoda posible.