La movilidad es una de las grandes preocupaciones de los barceloneses, críticos con los servicios del metro y del autobús. Las tensiones entre la cúpula de TMB y los trabajadores se han calmado, pero la empresa pública se ha visto inmersa en muchos escándalos en los últimos meses. Mientras los usuarios piden mejoras inmediatas, como mayor frecuencia de paso o estaciones más accesibles, aumenta el malestar interno con la gestión de Enric Cañas, el consejero delegado de TMB.

LOS AUTOBUSES SON MÁS VIEJOS Y SE AVERÍAN MÁS

Los buses públicos que circulan por Barcelona son cada vez más viejos y se averían antes. Los datos a los que ha tenido acceso Metrópoli Abierta son demoledores. En la última década, la flota de buses de TMB ha envejecido notablemente. Si en 2006 los autobuses tenían una media de 5,3 años, en 2016 los vehículos alcanzaban los 10,1 años. Los buses son más viejos y se estropean más, como lo demuestra el hecho que ahora recorren menos kilómetros sin averiarse. Si en 2014 los buses circulaban 3.704 kilómetros sin pasar por el taller, en 2016, los kilómetros recorridos sin averías bajaron a 3.415. 

Detrás de esta denuncia está la Confederació General del Treball (CGT). El sindicato se muestra muy crítico con la gestión de los comuns al frente de los autobuses de la ciudad, es decir, de la empresa TMB, de titularidad pública. "Autobuses es un pollo sin cabeza, y tanto la presidenta, Mercedes Vidal [que también es la regidora de Movilidad de Barcelona], como el consejero delegado, Enric Cañas, son unos incompetentes. Lo ideal es que los autobuses se renueven cada siete u ocho años", denunció  Saturnino Mercader, delegado sindical de la CGT y expresidente del comité de empresa. Ni Vidal ni Cañas quisieron hablar con este medio.

Estado en el que quedó un autobús de TMB tras sufrir un incendio en las rondas de Barcelona



REVISORES RACISTAS EN TMB

La imagen de los revisores de TMB están bajo sospecha por las presuntas malas praxis de una minoría. El pasado 3 de julio, este medio informó del sospechoso comportamiento de tres empleados que solo pedían los billetes a ciudadanos magrebíes y latinoamericanos. Los hechos ocurrieron a las10:00 horas en la línea 2, entre las estaciones de Passeig de Gràcia y Tetuán.

Algunos usuarios no ocultaron su malestar por la actuación de los revisores, que no se dirigieron a ningún usuario de aspecto occidental. Ciudadanos latinos y magrebíes, por su parte, denunciaron a Metrópoli Abierta las prácticas de algunos revisores de TMB. "Si eres latino, te quedas dormido en una estación y vas mal vestido, te hacen el control de identidad", denunció María Luz, una venezolana que trabaja en el sector de la hostelería. "A mí me han parado muchas veces porque voy con estas pintas (desaliñado) y me piden el billete y el DNI. Yo he nacido aquí y no soy carterista", cuenta Jason Oliveras, de madre española y padre boliviano, y estudiante de diseño gráfico.

Hace algo más de un año, TMB ya despidió a seis revisores de metro por haberse apropiado de la recaudación de las multas que imponían a los pasajeros que viajaban sin billete.

Revisores de TMB piden el billete a dos pakistaníes



TRABAJADORES DE TMB EXIGEN LA DESTITUCIÓN DE VIDAL Y CAÑAS

El sindicato CGT de bus de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) inició, en primavera, la recogida de firmas para exigir la destitución de la presidenta de TMB, la regidora Mercedes Vidal, así como del consejero delegado, Enric Cañas, y de su adjunto, Pau Noy. Los trabajadores consideran que el apoyo de Vidal, Cañas y Noy "al tranvía privado por la Diagonal" va en contra de los estatutos de TMB y ha frenado proyectos importantes de la empresa pública, como la supresión del bus D-30 de la red ortogonal y del Tramvia Blau.

La CGT denuncia que, desde la llegada de Vidal a TMB, se han producido "conflictos laborales" en las tres empresas de TMB (bus, metro y teleférico). "Vidal ha permitido que en autobuses se consolide la contratación precaria y temporal, que llega al 10% de la plantilla", aseguró un portavoz del sindicato.

En conversación con este medio, la CGT lamentó que los directivos de la empresa que mostraron su desacuerdo con el proyecto del tranvía fueron "cesados y/o despedidos" por el consejero delegado. CGT citó que este fue el caso de Jaume Tintoré, Asunción Santaeulalia Ana Monferrer. Según el sindicato, "Cañas será recordado por ser el iniciador de la purga de directivos antitranvía privado". Cañas cobra 104.000 euros al año.

Enric Cañas y Mercedes Vidal



TENSIONES CON LA GUÀRDIA URBANA

Un agente de la Guàrdia Urbana fue expulsado, el pasado 16 de diciembre, de la sala de control de TMB, según confirmó Jordi Gallart, miembro del cuerpo policial y de CCOO.

Por orden de su superior, el policía de la Unidad de Soporte Policial (USP) explicó que el responsable de TMB le echó de la sala después de que la Guàrdia Urbana iniciara un dispositivo contra los manteros en el metro para intentar identificar a un hombre que había agredido a otro policía en la plaza de Catalunya, tirándole una piedra en el ojo. 

El hecho de que la operación policial se iniciara sin avisar a TMB motivó el enfado del responsable de seguridad de la empresa de transportes, que acabó expulsando al policía.

LA DIRECTORA FINANCIERA FICHA A SU MARIDO

La directora financiera de TMB, Dolores Bravo González, nombró a dedo a su marido, Andrés Blanco Díaz, como nuevo encargado de compras de la entidad. Poco después, TMB informó de la aprobación de la nueva organización de la Dirección Ejecutiva Económico-financiera en un comunicado interno al que tuvo acceso Metrópoli Abierta.

La entidad que preside Mercedes Vidal notificó el 11 de febrero de 2017 que el anterior director del servicio de aprovisionamientos, logística y contratación, el señor Enric Meler Grau, pasaba a “la situación de jubilación parcial”. Y anunció que le sustituía el señor Andrés Blanco Díaz, “que queda nombrado mediante este aviso”. Con su ascenso (ya trabajaba en TMB) se suprimía “el puesto de trabajo Adjunto al Servicio”.

SUELDOS DE 200.000 EUROS EN PLENA CRISIS

Tres directivos de TMB cobraron más de 200.000 euros anuales entre 2007 y 2011, en plena crisis económica. Los premiados eran Dídac Pestaña, exalcalde de Gavà y exdiputado del PSC; Constantí Serrallonga, director general de Fira de Barcelona; y Albert Busquets, exgerente de la UAB.

Sede de TMB



Los salarios de la dirección constan de 16 pagas. La retribución está formada por un sueldo fijo al que se suman extras por la consecución de objetivos. Además, se incluyen beneficios sociales como mutuas o seguros. De media, la veintena de altos cargos de los máximos órganos de dirección cobraron 133.700 euros brutos, mientras la plantilla sufría una congelación salarial y ascendía la deuda de la empresa pública.

En concreto, los datos desvelados este domingo constatan que Pestaña cobraba 161.000 euros anuales. A ello se sumaban las retribuciones fijas y variables anuales, por lo que el sueldo ascendió a los 202.000 euros en 2007. Desde 2008 hasta 2011, la cifra superaba los 190.000 euros. En 2007, un año antes de abandonar la empresa pública, Serrallonga cobró más de 210.000 euros. Por su parte, Busquets ha sido el directivo que durante más años de crisis ha superado la frontera de los 200.000 anuales, según los datos publicados por TMB en base a la Ley de transparencia.

Durante las últimas negociaciones por el convenio colectivo, los trabajadores de TMB denunciaron que al menos 60 directivos cobraban más que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y apuntaban al Ayuntamiento “por incumplir la ley de transparencia y no querer que se publiquen los sueldos de los directivos”.

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