A falta de bicicleta, los turistas han encontrado otro uso a los carriles bici de Barcelona y no es otro que un carril para llevar las maletas. Si vives en algún lugar con un gran tránsito de turistas sabrás que el ruído de las maletas por la acera puede resultar un poco incómodo, especialmente en verano cuando los visitantes se multiplican y los barceloneses suelen tener las ventanas de casa abiertas.  

Este turista experimentado ha querido darle otro uso al carril bici de la calle París utilizándolo como un espacio para transportar fácilmente sus maletas. Sin ruidos para los vecinos ni la incómoda vibración como consecuencia del dibujo de los adoquines. ¿Será este el principio del carril para turistas y el fin de la dictadura de los carriles bici?  

 

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