Unas 300 bicicletas de alquiler han aparecido candadas este viernes por la mañana por culpa de una acción de protesta de ciudadanos anónimos que no han querido revelar su identidad. Horas después, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, el regidor de la CUP-Capgirem Barcelona Pere Casas ha defendido la acción y ha entregado las llaves para liberar los ciclos.

En medio del pleno del Ayuntamiento de Barcelona, Casas ha reivindicado la acción y ha sacado una bolsa con las llaves que desbloquean los candados repartidos por bicis por toda la ciudad.

"LUCHA DE CLASES"

Casas ha explicado que se trata de "una iniciativa simbólica en protesta por el abuso de los parkings públicos de los servicios de alquiler de bicicletas. Pude ser porque no está regulado, puede ser porque se han hecho amos de toda la ciudad, de todo el servicio turístico, en detrimento de todas las vecinas. Porque las bicicletas no son para el verano, son un transporte sostenible" y ha lamentado "que muchas veces no tiene sitio para aparcar".

El nuevo regidor de la CUP -sustiyuó a Maria José Lecha hace un mes- ha finalizado su intervención explicando que la acción "no es fobia al turista, es lucha de clases".

RESPUESTA DE LAS EMPRESAS

Estas intervenciones contrastan con la versión de las empresas de alquiler de bicicletas perjudicadas. Desde algunas de estas compañías han condenado la acción y han reivindicado que ofrecen un servicio para los vecinos de Barcelona, como Scoot, que lamenta que se ha dado "una mala interpretación de nuestra actividad", que según ha explicado su portavoz a Betevé se trata de "un servicio dedicado 100% a la gente de Barcelona".

 

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