Josep Tarradellas, el presidente catalán en el exilio durante la dictadura de Franco, dará nombre al Aeropuerto de Barcelona-El Prat a partir de este viernes, después de que lo apruebe el Consejo de Ministros que se celebra hoy en Barcelona.

El anuncio, que todavía no es oficial hasta que finalice el Consejo de Ministros que se celebra en la Casa de la Llotja de Mar, entre las protestas de los CDR, se ha interpretado por muchos como una manera de tender puentes.

Pero no todos lo han interpretado de esta manera. El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha mostrado su desencanto y lo ha criticado a través de un tuit en el que ha denunciado que los catalanes no "puedan decidir" el nombre de la infraestructura "más importante y estratégica".

Además, está previsto aprobar diversas autorizaciones de contratos de obras en carreteras de Catalunya por valor de unos 112 millones de euros. 

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