A menos de un año para que entre en vigor la restricción de circulación en Barcelona para los vehículos más contaminantes, muchas son las incertidumbres que rodean a la aplicación de la medida y cómo se solucionará el problema de movilidad que supondrá para los propietarios de los vehículos afectados. Las alternativas, más allá del transporte público actual, no se conocen por el momento.
Es por ello que la Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha reclamado al Ayuntamiento que tome medidas alternativas para que los conductores cuyos vehículos quedarán vetados puedan acceder a la ciudad. Las propuestas de la Síndica no son nuevas, pero mientras no se apliquen seguirán siendo vigentes. Entre las mismas destacan el refuerzo del transporte público como alternativa real o la creación de zonas de aparcamientos en las afueras de la ciudad que estén conectadas con el transporte público.
MENOS DE UN AÑO
“En menos de un año se aplicarán estas restricciones circulatorias con carácter permanente y todavía vemos muchas incertidumbres. La movilidad afecta el día a día de la sociedad y necesitamos que la normativa se implante con todas las garantías, sin ningún perjuicio para la ciudadanía”, ha explicado la Síndica de Barcelona.
Ayudas para la renovación del parque de vehículos más contaminantes o que se tengan en cuenta los niveles de contaminaciones establecidos en la ITV en lugar de la antigüedad del vehículo son otras de las medidas sobre la mesa pendientes de aplicar o, como mínimo, analizar, pues la restricción afectará principalmente a las personas con menos recursos, que son las que tienen más problemas para renovar el coche. Así lo cree la síndica de Barcelona, que señala que “posiblemente el efecto de la crisis económica puede haber influido en el envejecimiento del parque de vehículos (la media de antigüedad de los vehículos en el ámbito urbano es de 7,9 años) y que muchas familias no tienen medios para adquirir un nuevo vehículo”.
VEHÍCULOS AFECTADOS
La importancia de las alternativas no es un tema baladí, pues cada día se calcula que un millón de vehículos pasan por Barcelona, de los cuales el 20%, es decir, unos 200.000, se verán afectados por las restricciones.
Además de Barcelona, también se verán afectados por las restricciones municipios adyacentes como Sant Adrià del Besòs, l'Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat. En cambio, la Zona Franca y las Rondas quedan al margen de las limitaciones al paso.