Las dificultades que está poniendo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la llegada de los negocios de carsharing está dejando a la ciudad un paso por detrás de otras grandes ciudades, como Madrid. Las empresas que ofrecen este tipo de servicio tienen claro que no se instalarán en aquellas ciudades en las que les pongan trabas para desarrollar su actividad.
La política agresiva que se ha puesto en marcha desde el Ayuntamiento para este tipo de actividad ha impedido que estas empresas se instalen en Barcelona, mientras que en Madrid, que está bajo el gobierno de Manuela Carmena, este tipo de negocios han recibido todas las facilidades del mundo para ofrecer sus servicios.
PAGO FRENTE A PARKING GRATIS
En Barcelona Ada Colau se ha empeñado en que este tipo de negocios, tanto de bicicletas (bikesharing) como de motos (motosharing) y coches (carsharing) paguen una cuota anual por vehículo puesto en servicio, aunque la de los coches todavía no está definida. Además, deben hacer frente a todos los gastos que supone el aparcamiento en las calles de la ciudad.
No sucede lo mismo en Madrid, donde las empresas de carsharing tienen libertad para poner el número de vehículos que consideren oportuno (eso depende de los clientes que puedan atraer) y, además, los vehículos pueden estacionarse gratis y sin límite de tiempo en las zonas azul y verde del centro de la ciudad.
MALESTAR
Por ello, los empresarios del sector reconocen que les gustaría estar presentes en Barcelona, pero que con la normativa que está previsto que se ponga en marcha lo ven muy complicado. El declaraciones a Coche Global, el consejero delegado de Share Now, Olivier Reppert, asegura que les encantaría instalarse en Barcelona, aunque la legislación de la ciudad no les permite hacerlo. “A nosotros nos encantaría ir, pero queremos ir a los lugares en los que gusta lo que hacemos. Nadie quiere ir donde no es bienvenido”, afirma.
Reppert defiende que su aportación a los municipios es positiva ya que contribuyen a que mejore el transporte, siempre en combinación con el resto de las opciones. “Los gobernantes tienen que crear una combinación bien regulada de todos los transportes que hay disponibles y comprobar que eso ayuda a la gestión de su municipio. Es clave que tengan en la cabeza que si unes ‘carsharing’, ‘bikesharing’, taxi, transporte público… la ciudad será más atractiva para todos los habitantes y todos salimos ganando", destaca.