Barcelona pondrá en marcha el próximo 1 de enero del 2020 la zona de bajas emisiones (ZBE). Así se ha hecho oficial este viernes por la mañana en el Pleno Municipal gracias a la aprobación de la coalición de gobierno (Barcelona en Comú y PSC), ERC y Junts per Catalunya y las abstenciones de Ciutadans, PP y Barcelona pel Canvi.
Esto significa que a partir del mes de abril empezarán a imponerse multas de entre 100 y 1.800 euros a los vehículos más contaminantes que circulen por esta zona restringida. Con esta medida, las administraciones implicadas esperan reducir en un 15% los niveles de contaminación.
EL EJECUTIVO DEFIENDE LA MEDIDA
En nombre de la coalición de gobierno, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha defendido el contenido de la propuesta en el pleno. "A partir de enero, la ZBE de 95 km2 será una realidad".
Además, Badia ha añadido que, con esta medida, "estamos hablando de salud de las personas, de un nuevo urbanismo que las ponga en el centro. La Zona de Bajas Emisiones, asegura el concejal, debe "permite hablar de una ciudad más saludable y reducir un 6% las emisiones de CO2".
SÍ CRÍTICO DE ERC
Por su parte, el concejal por ERC, Max Zañartu, pese a mostrarse favorable a la medida, cree que "debería ir mucho más allá". Zañartu mantiene que "falta un plan global contra la contaminación atmosférica" y que la propuesta gubernamental "solo afecta al tráfico rodado".
Además, el militante de las Juventudes de Esquerra Republicana per Catalunya (JERC) ha asegurado que a esta medida le faltan objetivos claros y que no se sabe qué porcentaje concreto de emisiones contaminantes se ha propuesto reducir el actual Ejecutivo local. Por todo ello, su voto ha sido un sí crítico.
ARTADI PIDE MÁS EVALUACIÓN
Otra formación que ha dado su OK a esta medida es Junts per Catalunya (JxCAT). Elsa Artadi, concejal juntaire, se ha mostrado favorable a ella aunque ha pedido "una evaluación a partir de datos y estudios" y "saber el impacto de las restricciones a la ciudadanía", a través de la comisión de seguimiento por la contaminación.
La concejal independentista también pedido "más inversión en Rodalies". Y, en un tono asertivo, ha recriminado al Ejecutivo sociocomún que se apunten esta emergencia "cuando vayan a negociar a Madrid".
LOS CONSTITUCIONALISTAS SE ABSTIENEN
Mientras que, por otro lado, tanto Ciutadans, Partido Popular como Barcelona pel Canvi han optado por la abstención. Por parte de la formación naranja, Celestino Corbacho ha pedido "pensar en clave de región". Y es que, según él, a partir de ahora habrá personas de fuera del AMB que quieran venir a, por ejemplo, al Hospital de la Vall d'Hebron o al Hospital del Mar y no podrán hacerlo en coche "porque no pueden permitir cambiárselo".
El concejal popular Óscar Ramírez ha criticado que estas medidas se deberían implementar "de forma progresiva". Asimismo, también ha expuesto que "no se ha adaptado la Red de Transporte Público a estos cambios".
Por otro lado, la número 2 de Barcelona pel Canvi, Eva Parera, ha empezado su discurso dando un palo a comunes y socialistas. Les ha recriminado una ordenanza "poco trabajada" y que se hayan "negado a adaptar a la ciudadanía a estos cambios que proponen". Finalmente, ha pedido "no imponer restricciones sin presentar soluciones".