El gobierno municipal de Barcelona ha reclamado al puerto y al aeropuerto de la ciudad que preparen también zonas de bajas emisiones. El objetivo de la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, es reducir la contaminación de la que son responsables.

Ambas instalaciones son motores de Barcelona, tienen proyectos de ampliación y también son señaladas por entidades vecinales, ecologistas y ZeroPort, una plataforma de activistas de la ciudad. Tanto desde el Puerto como desde el aeropuerto han asegurado que tienen sus propios planes para la mejora ambiental.

REDUCIR EL IMPACTO AMBIENTAL

Aena, la compañía pública que gestiona los aeropuertos, declara que tiene un plan para reducir el impacto ambiental en sus instalaciones y asegura que son las aerolíneas que deben velar por las emisiones en sus aviones.

Por otro lado, el puerto de Barcelona, declara que la actividad que se realiza en sus instalaciones es responsable del 7,6% de la contaminación de NO2 y del 1,5% de PM10 y recuerda que debe mejorar su plan de calidad del aire en las infraestructuras.

MEDIDAS 

El Ayuntamiento de la capital catalana declara que no bastará con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para luchar contra la contaminación y mejorar la salud de los ciudadanos. Y declara varias medidas para la ciudad: la restricción de vehículos, que se pondrá en marcha a principios de año, la extensión de la red de carriles bici, las supermanzanas, la creación de zonas verdes y demás.

"LIMITAR LA ACTIVIDAD"

La declaración más contundente sobre estas infraestructuras la hizo Ada Colau en julio cuando planteó “limitar” su actividad. Barcelona acababa de vivir varias rachas de alta contaminación y la alcaldesa de la capital catalana quiso reunirse con entidades, ONG y partidos para preparar la declaración de emergencia climática.

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