Viajar en tiempo de crisis sanitaria no es fácil. Y menos si se hace en transporte público. Se han de observar unas mínimas medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus y las autoridades sanitarias están especialmente sensibilizadas a la hora de abordar este tema. La Generalitat de Cataluña, más allá de las medidas generalistas que se han impartido, ha dictado su propio manual para viajar en transporte público, aunque recomienda, dentro de lo posible, utilizar medios privados para estar menos expuestos al contagio.

Estas recomendaciones de utilizar el vehículo privado se hacen especialmente imprescindibles “si las personas se encuentran enfermas o pertenecen a un grupo de riesgo o se quiere evitar las horas punta”. La Generalitat alerta especialmente de que “en ningún caso se ha de viajar si se ha diagnosticado el coronavirus o si se tiene algún síntoma compatible con la enfermedad”.

UTILIZAR MASCARILLAS

En el transporte público, el Govern autonómico también pide utilizar mascarillas, “tanto dentro de los vehículos como en las estaciones, paradas y pasillos, y recuerda que "también son recomendables los guantes”. Se ha de procurar mantener una distancia con el resto de pasajeros, hacer una cola ordenada en las paradas de autobús, “haciéndola recta, sin ocupar toda la acera” y dejar espacio al usuario que precede cuando se valide el título. Apela también a la paciencia del ciudadano y recuerda que ha de prever “un tiempo más largo del habitual para realizar los desplazamientos en transporte público, ya que puede haber limitaciones de acceso y controles de seguridad”.

La Generalitat advierte también de la necesidad de “hacer una cola ordenada y paciente en los pasos de entrada y salida de estaciones ferroviarias y de metro”. En las escaleras mecánicas solicita “mantener una sola fila, sin avanzar a los que estén delante, no llenar los ascensores y en las estaciones, circular por la derecha de los pasillos, dejando espacio a los usuarios que circulen en sentido contrario”. Asimismo, exige “no llenar los ascensores”.

Un bus en una calle de Barcelona / CG



NO SENTARSE ENFRENTE DE NADIE

En los andenes o las paradas de autobús, el Govern dice que ha de dejarse “un espacio amplio ante las puertas y permitir que los usuarios que salgan lo puedan hacer con comodidad.  Al esperar en los andenes, explica que los ciudadanos deben distribuirse por toda la longitud del andén para mantener la máxima distancia posible entre personas. En el interior de los convoyes, pide hacer lo mismo: mantener la distancia de seguridad. “Procura no sentarte delante de otra persona, no ocupar el pasillo entre asientos para facilitar los desplazamientos y dejar libre el acceso a las cabinas de los maquinistas”, explica refiriéndose a metro, tranvía y tren.

Señala, asimismo, que es conveniente que “en el servicio de autobús, respetar la distancia de seguridad, no sentarse en asientos confrontados si están ocupados y, en la medida de lo posible, sentarse en hileras diferentes a los otros usuarios. Si se llega a la ocupación máxima, no subirse y esperar al siguiente”. Recuerda, en este sentido, que los conductores no venden billetes porque “es conveniente que tengan la mínima interacción posible con los usuarios. Por último, recuerda que deben lavarse bien las manos “con agua y jabón o con un gel hidroalcohólico al salir del transporte público”.

UNA SALIDA DE LA RECLUSIÓN ANUNCIADA

En realidad, el Govern autonómico ya había barajado la posibilidad de volver al trabajo a partir del día 13 de abril. La decisión del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de volver a la situación inicial del estado de alarma, donde se permite la actividad industrial de servicios no esenciales, sin embargo, provocó el rechazo frontal del president Quim Torra, que apostando por la continuación de la reclusión total marca perfil político propio.

Pero el mandatario catalán tiene encima de su mesa un informe fechado el pasado 3 de abril y firmado por su gurú sobre epidemias, Oriol Mitjà (epidemiólogo a quien fichó para que le asesorase en las fases de vuelta a la normalidad, pasando por encima del equipo que asesora a la consellera de Salud, Alba Vergès), en el que se preveía el comienzo de la salida de la reclusión el 13 de abril. Si ahora se opone a esas medidas, pues, Torra está echando por tierra las tesis y las previsiones de su principal asesor en la crisis.

Un viajero con mascarilla espera el metro en Barcelona / EFE



El informe en cuestión lleva por título Salida coordinada del confinamiento y está firmado por Mitjà y por el doctor Joel López. En él, los dos científicos proponen herramientas para volver a la normalidad, aducen que la realización de tests de contagio son imprescindibles para tomar medidas y predicen que la transmisión del coronavirus “no se puede eliminar a corto plazo”, ya que se prevén “brotes recurrentes durante los próximos meses. Esto es debido a la gran capacidad de transmisión, periodo corto de incubación y baja proporción de población inmunizada. Incluso si usamos medidas de control de infección eficaces, lo más probable es que algún caso pueda escapar al control epidemiológico. Sólo a medida que haya más gente protegida por haber pasado la infección y posteriormente por el impacto de la vacunación, disminuirá el riesgo de que haya brotes”.

Ante ello, la única solución que le queda al Govern es instruir a la población para que extreme las medidas de seguridad especialmente en los transportes públicos, que son uno de los principales escenarios donde el ciudadano puede contagiarse debido a la afluencia masiva de usuarios.

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