Los radares se han convertido en un objeto de debate eterno. Pese a que en algunas ocasiones la motivación de estos dispositivos apunta claramente hacia la seguridad vial, en otros casos se cuestiona si la razón de éstos es recaudatoria.

Al margen de los sistemas instalados en vías rápidas, las localidades tienen la capacidad de decidir sobre la instalación de radares dentro del término municipal. En el área metropolitana de Barcelona, predomina el uso de dispositivos móviles para controlar la velocidad de los vehículos en vías urbanas. Aún y así, otros municipios se han decantado por la instalación de mecanismos fijos que han sorprendido a más de un conductor.

VILADECANS, MUY CONTROLADA

Viladecans es el claro ejemplo de ciudad que apuesta por los radares fijos. El municipio del Baix Llobregat cuenta con diversos dispositivos repartidos por sus calles, que en ocasiones no están exentos de polémica. Uno de ellos es el situado en el número 54 de la calle de l'Agricultura, que salta a 50 kilómetros por hora y sanciona a aquellos que proceden de la C-32.

Radares en Viladecans / MA



A unos metros de distancia se encuentran los radares de la avenida del Segle XXI. Mientras que el ubicado en sentido Sant Boi se encuentra en la confluencia con la carretera del Prat, el encargado de detectar infracciones en dirección Gavà se localiza en zona industrial, ante la compañía Ceylan. En la calle de la Vila, ante al estación de servicio Cepsa, se suma un cuarto radar a la lista. Los tres dispositivos sancionan al superar los 40 kilómetros por hora.

En la avenida Miguel de Cervantes Saavedra hay otro radar más. De difícil visibilidad debido a su disposición, entre árboles, el flash se activa cuando un vehículo sobrepasa los 50 kilómetros por hora. Finalmente, la B-204 en su confluencia con la carretera Variant 245 también dispone de otro dispositivo que se activa por encima de esta misma velocidad.

CASTELLDEFELS, EN LA MISMA SENDA

El Ayuntamiento de Castelldefels ha hecho una apuesta reciente por los radares fijos. El consistorio ha llevado a cabo la instalación de diversos cinemómetros en vías muy concurridas al tráfico.

Dos de ellos se han instalado en las avenidas Constitución y Canal Olímpico, en los números 380 y 16 respectivamente. Mientras que el primero de ellos garantiza una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora en la vía, el segundo reduce esta marca hasta los 40 kilómetros por hora.

Radares en Castelldefels / MA



Para complementar a estas cámaras, Castelldefels ha situado dos más a pie de playa. En los números 66 y 352 del paseo Marítimo están instalados otros dos dispositivos que detectan a quienes circulan por encima de 30 y 40 kilómetros por hora respectivamente.

PREDOMINIO DEL RADAR MÓVIL

Pese a que Viladecans y Castelldefels son ejemplos de apuestas por los radares fijos, muchas localidades se decantan por priorizar los radares móviles, que generalmente se colocan en el interior de vehículos o se camuflan en vías cercanas haciedo uso de algun tipo de soporte. Buen ejemplo de ello es Sant Boi de Llobregat, donde se hace uso de un dispositivo Velolaser que vigila especialmente el polígono industrial de Les Salines. El consistorio también tiene especial control de otras zonas, como la Ronda de Sant Ramon.

Cartel de advertencia de radar en Sant Just / MA



Cornellà, Sant Just Desvern, Sant Joan Despí y Gavà también hacen uso de cinemómetros móviles. Mientras que en el primer municipio se vigilan vías como la calle del Rugbi y otras cercanas, el segundo no descuida su polígono industrial, que cuenta con zonas como la avenida de la Riera donde se pueden contemplar incumplimientos de la velocidad máxima permitida con cierta frecuencia, especialmente en horario nocturno. Sant Joan Despí se decanta por su uso en zonas residenciales de Torreblanca, pero también cuenta con otros dispositivos de carácter pedagógico por la ciudad. En Gavà, se pueden localizar en zonas como la avenida del Mar.

Ronda Sant Ramon, en Sant Boi de Llobregat / MA



Badalona ha intensificado la vigilancia con la ayuda de estos sistemas en zonas con reiterados incumplimientos, como la avenida Martí Pujol. L'Hospitalet también se decanta por los radares móviles por distintas zonas de la ciudad, como la avenida de Álvarez de Castro y la avenida del Carrilet.

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