El Gobierno municipal de Barcelona ha convertido la avenida Diagonal en un caos circulatorio crónico. La supresión de carriles para el tráfico rodado, la implantación de un cuestionado carril bus doble o la realización de obras están dificultando una movilidad que, en horas punta, ya se ha convertido en todo un reto.

Además de dificultar los desplazamientos, los planes del Ayuntamiento para esta vía también están suponiendo un perjuicio económico. El comercio de la avenida, gran damnificado durante esta pandemia, está sufriendo las consecuencias de unas decisiones de las que no han tenido la oportunidad de ser partícipes.

Esta doble cuestión es la que denuncia la asociación Diagonal Barcelona, que lamenta que el consistorio se posicione con sus palabras a favor del pequeño comercio para, posteriormente, generarle dificultades con sus políticas de movilidad.

Vista aérea de la avenida Diagonal / BCN GUB



INCONGRUENCIA

El gerente de Diagonal Barcelona, Àlex Miró, lamenta que la voluntad del Ayuntamiento para impulsar el comercio local no case con las restricciones que se están llevando a cabo para el tráfico rodado en la avenida. Tras calificar este hecho de "incongruencia", Miró critica medidas como los cierres de los laterales para hacerlos paseables. Asegura que "no es comprensible" ya que la Diagonal "tiene aceras muy amplias y un carril bici de doble sentido", y remarca la afectación que tiene esta decisión en "parkings y talleres".

Estas limitaciones sumadas a la supresión de carriles, explica, están provocando la "expulsión del comprador" de ejes comerciales como el de esta vía durante los fines de semana. "Potencian que la gente vaya a comprar a centros comerciales como Splau o Finestrelles Shopping Centre", indica el gerente de la asociación.

Atardecer en la avenida Diagonal / PM



En este sentido, Miró afirma que el consistorio debería ayudar al comercio de proximidad conciliando "intereses", así como aumentando "la frecuencia del transporte público" especialmente fuera de los días laborables.

ESTIGMA

Miró critica que, a día de hoy, todavía haya un "estigma absurdo" sobre la Diagonal en cuanto a precios elevados se refiere, y niega que esto sea así a efectos prácticos. "Hoy en día es la Diagonal de toda Barcelona y el área metropolitana, donde la gente está de ocho a 10 horas al día para trabajar. Hemos hecho todo tipo de campañas para abrir la Diagonal a la gente, hay tiendas de todo tipo", resalta.

Las fechas en las que el Gobierno de Colau ha optado por realizar los cambios en sus carriles tampoco convencen a la asociación, ya que coinciden con la campaña de Navidad. "Si lo tienen previsto, que no lo hagan en noviembre o diciembre cuando la gente sale a comprar en la ciudad el fin de semana. Hay que hacer un calendario que no afecte a la actividad económica", destaca.

Además, lamenta que se haya realizado la supresión de carriles "sin cifras técnicas", y recuerda que actualmente la avenida se encuentra a la espera de la "ordenación singular de terrazas", con la que se unificarán criterios en éstas para aportar "una calidad homologada, harmonía de diseño y estilo".

Tranvía en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ



TRANVÍA

El gerente de la asociación recuerda que el colectivo nació en 2010 "plantando cara al debate de la transformación de la Diagonal", e insiste en la consulta ciudadana que realizó el Ejecutivo municipal de Jordi Hereu en la que los barceloneses se pronunciaron de forma "clara y diáfana" en contra de la unión del tranvía.

Miró remarca que este medio de transporte es una "estructura muy rígida, un tren que cortará la Diagonal y la ciudad". En este sentido, destaca que hay "alternativas más flexibles, como el autobús eléctrico articulado" que permite "ampliar frecuencias y hacer otros cambios", así como destinar una inversión más moderada que la dedicada al tranvía.

Diagonal Barcelona lamenta que todas estas decisiones se estén tomando sin consultar a los agentes que conforman la avenida, por lo que su gerente advierte al consistorio: "Cuando tomas decisiones unilaterales, te haces daño". Conocedores de la falta de "participación y democracia" que está mostrando el Ayuntamiento, la asociación insiste en cuál es su preocupación. "Hay que reactivar el comercio de la Diagonal, que la gente pueda venir tranquilamente. Sin marearla".

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