El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto este martes el segundo y último tramo del nuevo carril bici de la calle Aragó, que va entre la avenida Meridiana y el paseo de Gràcia.

Con esta actuación se gana un nuevo carril bici de 4,8 kilómetros de longitud en la calle Aragó, que atraviesa todo L'Eixample, desde la intersección de Tarragona, en La Nova Esquerra de l’Eixample, hasta el cruce con la avenida de la Meridiana, en el barrio de El Clot. El carril es unidireccional en sentido Llobregat y comporta la supresión de un carril de circulación en todo su recorrido.

Una mujer circula por el carril bici de la calle Aragó / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



Una mujer circula por el carril bici de la calle Aragó / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

El nuevo carril pretende dar continuidad inmediata al carril bici existente en la rambla Guipúscoa desde el barrio de La Pau. Asimismo, complementa el actual carril bici de la calle Valencia, en sentido Besòs.

La pasada semana se inauguró el primer tramo de este carril, y durante su presentación, la teniente de alcaldía de Movilidad, Janet Sanz, se congratuló por haber duplicado el número de carriles bici en la ciudad en tan solo un año.

CRÍTICAS AL NUEVO CARRIL BICI

Sin embargo, en las últimas semanas, algunos barceloneses han mostrado su opinión contraria al proyecto del Ayuntamiento en la calle Aragó.

Metrópoli Abierta habló hace unos días con varios de ellos. Una ciclista habitual de la ciudad se refirió a la seguridad del nuevo carril bici y lo tildó de “muy peligroso” por los problemas para girar en cada intersección. Taxistas y trabajadores de la zona lo definieron como “innecesario” y mostraron su preocupación sobre lo que podría ocurrir cuando pase la pandemia y aumente la circulación.

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