Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, no ha respondido al mensaje de la familia del motorista muerto, en la calle Balmes, que le pedía la retirada de los bloques de hormigón. A través de su cuenta de Facebook, la primera edil lamentó el accidente mortal, pero responsabilizó la mayoría de fallecimientos que se producen en la ciudad al exceso de velocidad. También recalcó que no pensaba modificar las medidas adoptadas la pasada primavera.

La familia de Martí Estela debe presentarse este lunes ante el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona. El abogado Daniel Vosseler representa a la familia y ha asumido el compromiso de depurar todas las responsabilidades, civiles y penales, y exigirá la retirada de todos los bloques de hormigón de las calles de la ciudad.

EL SILENCIO DE LA ALCALDESA

Según ha sabido Metrópoli de fuentes cercanas a la familia, Colau no ha contestado su petición de que retirara estos elementos peligrosos para los motoristas, los ciclistas y los patinetes. El silencio de la alcaldesa ha causado un gran malestar después de que ésta desvelara que conoce a los familiares.

Bloques de hormigón, conocidos com New Jersey, en la calle Balmes / JORDI SUBIRAN



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Colau, de hecho, tiene una relación estrecha con la familia de Martí Estela. Fuentes municipales aseguran que su tía, Dolors Estela, asesora a los comunes en el Parlament y su marido, Ricard Fernández Ontiveros, es gerente de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI en el Ayuntamiento de Barcelona.

LOS MOTORISTAS, INDIGNADOS

Asociaciones de motoristas, por su parte, están indignados con la respuesta de Colau y anuncian que piensan demandar al Ayuntamiento de Barcelona por incumplimiento del Reglamento General de Circulación. Lamentan, además, que se hayan filtrado algunas informaciones erróneas. Según ha podido saber este medio, el casco de Martí era integral y la moto, de propiedad.

En los últimos días se han producido algunos incidentes más, con lesiones, de motoristas que han impactado contra bloques de hormigón en Barcelona. En una encuesta realizada por este medio, además, el 70% de los barceloneses pedía la inmediata retirada de los bloques de hormigón por su peligrosidad

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