Ocho carriles de circulación menos en otras tantas calles antes de que termine 2021. Es la medida que ha aprobado el Ayuntamiento de Barcelona para pacificar entornos escolares y que pasó inadvertida cuando se comunicó públicamente el pasado sábado.

Al acabar el año habrán perdido un carril la calles Urgell –en el tramo entre València y Londres–, Nàpols –entre Travessera de Gràcia y Sant Antoni Maria Claret así como entre Provença y Mallorca–, Numància –entre Diagonal y Travessera de Les Corts–, Sardenya –entre avenida Icària y la Meridiana–, Mallorca –entre Urgell y Clot–, Lleida –entre el Paral·lel y Rius i Taulet–, Riera d'Horta –entre Emili Roca y Arnau d'Oms– y la calle dels Àngels.

Además se priorizará también la circulación de peatones en las calles Leiva –entre Hostafrancs de Sió y Àliga–, Anglesola – entre Doctor Ibáñez y Vilamur y entre Joan Gamper y Numància–, Mas Yedra –entre Lleó XIII y la avenida Tibidabo–, Lincoln –entre Laforja y Madrazo–, Can Pujolet –entre Peris Mencheta y Mossèn Bundó–, Baixada de Sant Mateu –entre Peris Mencheta y Llobregós–, Llull –entre Sardenya y Wellington–, Fígols, Emili Roca y Palafrugell.

UN CENTENAR DE ESCUELAS PACIFICADAS

Unas medidas que entran dentro del programa "Protegim les Escoles" y que busca alcanzar el centenar de colegios con un entorno pacificado en 2021. Esto es, reducir la contaminación ambiental, el ruido del tráfico y la siniestralidad. Actualmente son 26 las escuelas en las que el consistorio ya ha intervenido, y durante todo el año lo hará en otras 66.

Las intervenciones incluyen el asfaltado de 14.150 metros cuadrados de calle, instalación de nuevos semáforos, bancos y espacios de juego, cambios en nueve chaflanes o la colocación de sensores para analizar la calidad ambiental. El total de obras en 92 centros escolares en el período 2020-2021 supondrá para el Ayuntamiento un coste de 5,92 millones de euros.

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