Barcelona descarta por ahora crear un área verde para motos. "Este mandato no se hará". Así de tajante se muestra la regidora de Movilidad, Rosa Alarcón, en declaraciones a Metrópoli. Antes de las elecciones de mayo de 2019, el concejal Eloi Badia quería hacer una prueba piloto en Gràcia. Según la edil, ahora no se hará, como tampoco está previsto implantar ningún tipo de estacionamiento de pago para motos en superficie (área azul) en Barcelona antes de los comicios de 2023.
Fuentes conocedoras del proyecto explican que la intención de poner en marcha un área verde para motos –similar a la de coches, con aparcamiento para residentes y para no residentes– y/o azul lleva en la mesa del Ayuntamiento desde hace años. La propuesta la ha lanzado, en distintas ocasiones, la empresa B:SM, pero el área de Movilidad lo ha vetado siempre. Uno de los puntos donde se planteó fue el barrio de Gràcia y otra el entorno de la plaza de Catalunya.
EN 2024 SE PLANTEARÁ DE NUEVO
Según Alarcón, en este mandato se ha priorizado extender la zona regulada de aparcamiento a toda la ciudad. "Es lo que marca el Plan de Movilidad Urbano (PMU) y es para lo que nos hemos puesto de acuerdo. Ahora no vamos a cambiar las reglas de juego". En el caso de las motos, el aparcamiento seguirá siendo gratuito, pero a partir de 2024 está por ver. Entre otras propuestas de estacionamiento para los vehículos de dos ruedas, el PMU de 2024 prevé, dentro de tres años, estudiar "la implantación de estacionamiento regulado para motos con área verde o área azul" [ver aquí el documento, página 274].
En mayo de 2019, el distrito de Gràcia detectó unas 2.000 motos mal aparcadas, principalmente en la Vila de Gràcia, y puso sobre la mesa la posibilidad de crear la citada área verde para motos, que por ahora seguirá sin ser una realidad. Sí que se ha puesto coto al aparcamiento en algunas aceras estrechas dentro de la ofensiva municipal pare reducir el número de motos mal aparcadas en las aceras en el conjunto de la ciudad y que se ha traducido, en los últimos meses, en el veto de estacionar en numerosas aceras y en 1.200 multas el primer trimestre de 2021.
DEJAR DE SER UN VEHÍCULO PUERTA A PUERTA
"La moto tiene que hacer un cambio cultural. No puede ser un vehículo para ir de puerta a puerta. Antes el coche aparcaba en las aceras. Vino Pasqual Maragall y empezó a poner bolas en las aceras para impedir estacionar. La acera es sagrada para los peatones. Por eso hablamos de bajar a la calzada las bicicletas y los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), al igual que las motos", dice Alarcón.
La regidora de Movilidad asegura que el Ayuntamiento está hablando con los motoristas para alcanzar un pacto. Los temas que se tratan son los aparcamientos, la siniestralidad (que en el caso de las motos es muy preocupante, subraya Alarcón) y por último de la electrificación y medioambientalización de este tipo de vehículos. Sobre los estacionamientos, afirma que el Ayuntamiento está haciendo la campaña de parking en superficie para motos más grande de la historia de la ciudad. "Nunca habíamos tenido tantos aparcamientos para motos en calzada".
MÁS DE 76.000 APARCAMIENTOS DE MOTOS EN CALZADA
La ciudad cuenta con más de 76.000 aparcamientos señalizados para motos, la gran mayoría en calzada, aunque son insuficientes para los más de 216.000 vehículos que hay de esta tipología, según los datos estadísticos del municipio de 2019 [ver aquí]. Las motocicletas también pueden aparcar en las aceras de más de tres metros siempre que no haya una señal que lo prohíba. Tanto para coches como para motos, Alarcón ve con buenos ojos que siempre que se pueda se debe hacer uso de los parkings subterráneos, "para favorecer la convivencia". La ciudad cuenta con un único parking exclusivo para motos, que se encuentra en Gràcia.