Mapa de los nuevos radares de Barcelona: Así van a multarnos
El Ayuntamiento ultima la puesta en marcha de decenas de aparatos para controlar la velocidad en la ciudad
7 noviembre, 2021 00:00Noticias relacionadas
El radar que el Ayuntamiento de Barcelona instala en el túnel de Glòries se suma a una larga lista de aparatos que el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni activará en las calles de la ciudad para el control de la velocidad y la reducción de la siniestralidad. También, evidentemente, para aumentar la recaudación municipal. Según los últimos datos hechos públicos, el área de Movilidad tiene la intención de poner en marcha 32 radares en puntos fijos de la ciudad, otros 12 en entornos escolares, una treintena de nuevos puntos de radares pedagógicos y dos radares de tramo (que permiten controlar la velocidad media de una zona que se vigila a través de un sistema de cámaras) en los túneles de la Rovira y de Badal. Sin embargo, la gran mayoría todavía no están operativos. En 2022, se sumarán otros dos: el citado de Glòries y en la ronda del Litoral.
TÚNEL DE GLÒRIES
El nuevo radar de tramo de Glòries controlará la velocidad en los dos sentidos de la circulación en el túnel que abre al tráfico de salida de la ciudad este sábado, 6 de noviembre. Sin embargo, el radar no entrará en funcionamiento hasta que los vehículos puedan circular también en sentido Llobregat, a principios de 2022. El control de la velocidad se hará en los 958 metros de recorrido del túnel, que va de la calle de Padilla hasta la rambla del Poblenou. El límite de velocidad se fija en 50 km/h.
RONDA DEL LITORAL
Otra de las zonas en las que el Ayuntamiento pone un radar de tramo es en la ronda del Litoral. En esta vía rápida, el control de la velocidad se hará entre la Barceloneta y Miramar, a los pies de la montaña de Montjuïc, según una nota de prensa municipal. Las cámaras de este nuevo sistema se pondrán en marcha en 2022 y servirán para controlar la velocidad en ambos sentidos de la circulación. El consistorio ha pagado 225.444 euros por el cinemómetro. Según la información de la licitación consultada por este medio, el radar de tramo vigilará la velocidad entre los puntos kilométricos 9.7 y 10.5 y que incluye la zona de túneles de Colom, Moll de la Fusta y Pla de Palau. Hasta ahora, en estos puntos de la ronda había algunos radares fijos y los conductores cuando pasaban frenaban porque conocían la ubicación de los radares. La velocidad en la ronda es de 80 km/h con zonas de 60 como máximo.
TÚNEL DE LA ROVIRA
Desde la pasada primavera, el túnel de la Rovira, que une las calles de Lepant y Padilla (según el sentido de la circulación) con el barrio del Carmel, cuenta con un radar de tramo que controla la velocidad entre la plaza de Alfons el Savi y la rambla del Carmel. Fuentes municipales explican que el radar está en pruebas. Funciona, pero no se sanciona. La instalación del sistema de vigilancia ha costado unos 243.000 euros. La velocidad máxima en el túnel de la Rovira es de 60 km/h, aunque en las bocas de salida ésta disminuye hasta los 50 kilómetros, en sentido descendente, y hasta los 40, en sentido ascendente. Por la infraestructura pasan a diario unos 40.000 vehículos.
TÚNEL DE BADAL
El túnel de Badal cuenta con un nuevo radar de tramo, que entró en funcionamiento este verano, aunque como en el del túnel de la Rovira por ahora no se multa. Estas cámaras son las encargadas de vigilar que los conductores que pasan por esta vía rápida no superen la velocidad máxima permitida en la totalidad de su recorrido, establecida en 60 kilómetros por hora. El Ayuntamiento adjudicó la compra de este dispositivo en noviembre del pasado año por 394.113 euros para que controle los 2.375 metros de longitud de la infraestructura.
RONDA DE DALT
La Ronda de Dalt suma otro radar de tramo al listado de los que se encuentran en la capital catalana. Inaugurado en 2016, fue el primer radar de tramo de Barcelona. La apuesta por este sistema llegó tras realizar una prueba piloto de tres semanas de duración. La instalación comportó un polémico descenso de la velocidad máxima en el tramo vigilado, que pasó de 80 a 60 kilómetros por hora. Y con la reducción, las retenciones se multiplicaron. Este dispositivo, que llegó a multar a por error a una anciana al indicar que circulaba a 298 kilómetros por hora, está instalado entre las salidas 3 y 1, y funciona únicamente en sentido Besòs.
RADARES EN PUNTOS FIJOS
Además de los radares de tramo, Barcelona tiene previstos 32 radares en puntos fijos del interior de la ciudad con el objetivo de incrementar la seguridad viaria. El anuncio se hizo en marzo, pero de momento no se han instalado, reconocen desde el Ayuntamiento. Las zonas en las que se colocarán los controles de velocidad son vías principales y calles 30 en los que la Guardia Urbana ha detectado un elevado número de infracciones por exceso de velocidad. Entre las ubicaciones figuran las calles de Pau Claris, Aragó, distintos emplazamientos de la Diagonal y la Gran Via, Meridiana, Balmes, Paral·lel o travessera de Dalt [ver aquí los puntos exactos de los nuevos radares fijos].
RADARES EN ENTORNOS ESCOLARES
El Ayuntamiento trabaja desde hace meses en la pacificación de entornos escolares. El objetivo es que a finales de 2022 más de 150 centros educativos de la ciudad sean más amables para los peatones. Los vehículos tendrán que reducir la velocidad. A finales de 2019, un niño de cinco años murió atropellado junto a la escuela Grèvol, en el distrito de Sant Martí. El Ayuntamiento instala señalización vertical y horizontal, modificaciones semafóricas y cojines berlineses, y tiene previsto colocar una docena de radares que limitarán el paso de los vehículos a 30 km/h. Los radares se pondrán junto a las escuelas Ítaca, Anglesola, L'Estonnac, Escolàpies Llúria, Dominiques, Dovella, Infant Jesús, Miralletes, instituto Moisès Broggi, Antoni Balmany, escuela Pia, Poeta Foix, Xirinacs, Entença, escuela de les Aigües y el centro educativo López Vicuña.
RADARES PEDAGÓGICOS
El consistorio barcelonés también ha impulsado la instalación de radares pedagógicos. La primera prueba piloto se realizó en 2013 con un dispositivo instalado en la avenida de Foix, debajo del puente de la Reina Elisenda. Desde entonces, la ciudad ha contado con este tipo de radares en 105 ubicaciones rotatorias para alertar a los conductores sin sancionarlos. A las 105 ubicaciones, el Ayuntamiento añade ahora otros 30 nuevos emplazamientos. Estos radares muestran a los conductores a qué velocidad van y les avisa si superan el límite máximo en esa calle.
EL DOBLE DE MULTAS POR EXCESO DE VELOCIDAD EN 2020
Durante el pasado año, las denuncias por exceso de velocidad en la capital catalana prácticamente se duplicaron respecto a 2019. Pasaron de 347.173 a 604.104. Y eso a pesar de que durante tres meses los ciudadanos estuvieron confinados por la pandemia. Según el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, con las calles vacías, los conductores tenían una sensación de "falsa seguridad" y corrían más. Velázquez es partidario de implantar el límite de velocidad de 30 km/h en toda Barcelona.