Las obras de vía Laietana amenazan con trasladar el caos circulatorio a varias calles de Barcelona

Circular por el centro de Barcelona será un poco más complicado a partir de este domingo, con el comienzo de una nueva fase de las obras en vía Laietana, que de momento afecta al tramo entre la plaza de Urquinaona y la plaza de Antoni Maura. Desde el 10 de abril, los vehículos no podrán transitar en sentido montaña. Habrá un solo un carril ascendente entre Correos y Antoni Maura para llegar a los parkings de la Catedral y el mercado de Santa Caterina. Una situación que amenaza con un nuevo colapso al día siguiente, el primer laborable con la movilidad restringida en esta zona, después de los atascos monumentales que esta semana se han repetido en las inmediaciones del túnel de Glòries.

Así lo valora Paco Narváez, exconcejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona. En conversación con Metrópoli, el exedil del PSC vaticina que la congestión se trasladará a las calles por las que discurre el trayecto alternativo previsto por el gobierno municipal: de la avenida del Marquès de l'Argentera al paseo Picasso, de ahí al paseo Pujades para tomar el paseo de Lluís Companys hasta el Arc de Triomf, y desde ahí tomar la ronda de Sant Pere hasta el centro. "Toda esta zona no tiene capacidad para absorber tanto tráfico, será un fracaso", asegura. Según los cálculos de la alcaldía, unos 47.000 vehículos pasan cada día por vía Laietana. De estos, 18.700 lo hacen de subida. Son los que ahora tendrán que seguir la nueva ruta.

RALENTIZACIÓN Y MÁS CONTAMINACIÓN

"Hay que sumar todos estos coches a los que ya pasan habitualmente por el recorrido alternativo. Además de tener que dar la vuelta por la zona de la Ciutadella, hay que tener en cuenta que en algunos lugares, como el paseo Picasso o el paseo Pujades, los giros se pueden hacer solo desde un carril. Esto provocará una ralentización de la circulación. El tiempo del recorrido será mucho mayor", calcula.

Vehículos circulan por vía Laietana tras el inicio de las obras / METRÓPOLI - GALA ESPÍN

"Una vez en Arc de Triomf, los que quieran ir a la zona alta subirán por el paseo Sant Joan, que tiene solo un carril de circulación. De nuevo, más colas. Los demás cogerán la ronda Sant Pere, que irá más llena, e irán a petar finalmente a la calle Pau Claris o la plaza Catalunya", continúa Narváez.

El exconcejal de Movilidad también prevé un leve aumento de la circulación en la avenida del Paral·lel, aunque en este caso sería absorbida "más fácilmente" porque la mayoría de conductores que van hacia el área de plaza Espanya "ya no pasaban por la vía Laietana". Asimismo, Narváez se refiere al aumento de la polución en las calles por las que pasen los vehículos que anteriormente tenían como ruta habitual la vía Laietana: "Sobre todo en el entorno de la estación de França y el parque de la Ciutadella, y en menor medida en el Paral·lel, circularán más coches de los que había hasta ahora, por lo que es lógico llegar a la conclusión de que los índices de contaminación subirán".

EL RACC ADVIERTE DE PROBLEMAS EN OTRAS CALLES

Este jueves, el RACC advirtió de que cortar el tráfico en sentido ascendente en la vía Laietana "creará problemas" a la movilidad en el resto de calles de la ciudad. Josep Mateu, presidente de la entidad, también previó que se producirá un colapso en el paseo de Sant Joan y el Paral·lel. Y añadió más calles a una lista compartida por Narváez, entre ellas, la calle Marina.

Mateu expresó igualmente que el inicio de las vacaciones de Semana Santa en los colegios podría hacer que el lunes día 11 de abril las afectaciones no sean tan importantes "porque habrá menos gente" en la carretera, pero cree que después de la Pascua la movilidad en Barcelona podría resultar un verdadero quebradero de cabeza.

COLAPSO EN LOS ALREDEDORES DE GLÒRIES

Precisamente el pasado domingo, día 3 de abril, se abrió al tráfico el túnel de Glòries en sentido Llobregat, y el lunes comenzaron los problemas de circulación. Aquella mañana se superaron los dos kilómetros y medio de atascos, desde el enlace con la Ronda de Dalt. Un caos circulatorio que se ha repetido durante toda la semana y que se ha trasladado a otras calles.

Por ejemplo, la rambla Guipúscoa, que este jueves por la mañana presentaba unas colas nada habituales. Vecinos explicaron a este diario que la calle no suele tener tanto tráfico a primera hora, y lo achacaron al efecto ratonera en el que se ha convertido Glòries. La circulación también había aumentado en la calle de Bac de Roda, que cruza la rambla.

CÓMO QUEDARÁ VÍA LAIETANA TRAS LAS OBRAS

Las obras de pacificación de vía Laietana, con una inversión de 32,9 millones de euros, se alargarán durante dos años. Una vez finalizados los trabajos, los vehículos privados podrán bajar por esta calle a 30 kilómetros por hora. El carril estará situado en el centro, junto al que se habilitará para el transporte público y las bicicletas, también en sentido descendente. De subida, se vetará la circulación al vehículo privado. Solo los vecinos podrán usar el carril bus-taxi existente, así como aquellos ciudadanos que vayan a comprar por la zona –por ejemplo al mercado de Santa Caterina– y quieran hacer uso de los aparcamientos subterráneos.

Tráfico en vía Laietana / METRÓPOLI - GALA ESPÍN

PATRONAL, COMERCIANTES Y OPOSICIÓN INTENTAN PARAR LAS OBRAS

Foment del Treball y Barcelona Oberta, una de las mayores asociaciones de comerciantes de la ciudad, presentaron a finales de marzo un contencioso administrativo para pedir la paralización cautelar de las obras, después de que el Ayuntamiento rechazase sin más explicación sus alegaciones. Mientras los primeros consideran el proyecto "lesivo para los intereses económicos de la ciudad" y aseguran que "mutila el principal conector viario entre el Eixample y la Barceloneta", los segundos afirman que afectará negativamente a muchos negocios ubicados más allá de vía Laietana.

Desde la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, Junts per Catalunya ha tachado las obras de "frivolidad" que convertirán esta calle en un "parque temático para que los turistas paseen en bicicleta". La presidenta del grupo municipal, Elsa Artadi, asegura que la reforma "deja aislado el centro de la ciudad" y que unir a ciclistas y autobuses en un mismo carril, tal y como ocurrirá en sentido mar, es "una barbaridad por motivos de seguridad". Por todo esto, manifiesta que la formación se opone "frontalmente" al proyecto.

Por su parte, el PP pidió en el pleno del 25 de febrero que las obras fuesen paralizadas. Faltaba una semana para el inicio de las mismas, y el presidente de los populares en Barcelona, Josep Bou, denunció que la reforma no se había consensuado con los vecinos, patronales, comerciantes y colegios profesionales. Sin éxito, puesto que el gobierno municipal rechazó su ruego y siguió adelante con sus planes.