Colapso en Barcelona. La ciudad no da más de sí con todas las obras que ha implementado el consistorio. La capital catalana está impracticable si se conduce en coche e incluso en moto. También los carriles bici van llenos, junto a los patinetes. Hay muchas situaciones desesperantes, pero sobresalen algunas que ponen nervioso hasta al más paciente de los conductores. Un claro ejemplo es el semáforo ubicado en el cruce entre la calle de Rosselló y de Pau Claris, el más odiado por los turismos de la ciudad.
Los vehículos que desean girar a la derecha en la calle de Pau Claris lo tienen complicado, porque la espera se hace eterna. También los que quieren seguir cruzando la ciudad de oeste a este. Metrópoli ha calculado que los turismos tan sólo disponen de 15 segundos para sobrepasarlo frente al minuto y 15 segundos de espera. Este medio se ha desplazado a esta intersección en hora punta, a las 9:00 horas de la mañana, para medir el grado de indignación que se respira en la carretera.
CRÍTICA A LA CIRCULACIÓN
La situación se repite a cualquier hora del día. Muchos de los conductores tratan de evitar este camino aunque fracasan en el intento, puesto que es la única vía para llegar a su destino. Otros reclaman que se equiparen más los tiempos entre peatones y conductores. En definitiva, el denominador común es la indignación y la crítica a la circulación en la capital catalana: "Solemos coger el transporte público, pero hay veces que es inevitable coger el coche y esto es lo que nos encontramos", denuncia uno de los conductores preguntados por este medio.
El colapso es constante en este cruce entre paseo de Gràcia y Pau Claris. Son 15 segundos en verde. Apenas dan para arrancar el vehículo. Las motos tienen algo más de ventaja. ¿Quién regula y a qué se debe la frecuencia de los discos rojos de los semafóros? Esa es la pregunta que se hacen muchos conductores, indignados con el que algunos denominan como el semáforo más lento de Barcelona.