MésxBCN propone una tasa para los coches que entren en Barcelona

Un partido político que se presentará a las elecciones municipales del próximo mes de mayo ha propuesto cobrar un impuesto especial para los coches de fuera de Barcelona cuando entren en la ciudad. Se trata de MésxBCN, una plataforma que inicia su carrera política poniendo sobre la mesa un tema que no es nuevo en los debates del consistorio, aunque siempre es polémico.

El programa electoral, titulado 50 mesures estratègiques per a Barcelona, es un compendio de medio centenar de medidas para la capital catalana que, aseguran, se encuentra "libre de ideologías". Entre los miembros que han fundado MésxBCN figuran el periodista y presidente de la asociación de vecinos de Les Tres Torres, Luis Tusell; el exconsejero de Ciutadans, Pedro Miret, y la economista Ana Bartolomé.

UN IMPUESTO PARA COCHES

Respecto a la movilidad en Barcelona, uno de los objetivos de la formación es reducir el número de vehículos que circulan por la capital catalana. En este sentido, la propuesta de MésxBCN es cobrar una tasa o peaje a todos aquellos coches que sean de fuera de la ciudad cada vez que quieran entrar.

Tusell ha explicado a Metrópoli que el dinero de aquellos dispuestos a pagar esta suerte de peaje serviría para potenciar la red de transporte público de Barcelona. La capital catalana obtendría así una nueva fuente de ingresos -además de los presupuestos municipales y el precio de los billetes-. También ha matizado que prefieren hablar de tasa que de peaje, porque en ningún momento habría una estructura física que sirviera de barrera para impedir el paso de los coches.

"Llevamos años viendo como el Ayuntamiento de Barcelona intenta que el peatón gane espacio dentro de la ciudad, pero lo hace sin reducir el volumen de coches que circula por sus calles. Esto lleva al colapso porque los coches siguen circulando", explica. Argumenta que, antes que ganar el espacio para el peatón, hay que reducir el número de vehículos de la ciudad. Con la medida, apunta, "descendería el tráfico entre un 20 y un 40%". También añade que, según un estudio del RACC, el 45% de los coches que pasan por el Eixample un día cualquiera proceden de otras poblaciones.

El planteamiento inicial de la propuesta de la formación pasa por utilizar las cámaras de la actual ZBE, junto por otros posibles sistemas todavía por determinar, para controlar quién entra, sale y si ha pagado o no.

Lluís Tusell, Pedro Miret y Ana Bartolomé, impulsores de MésxBcn  / EP

La medida persigue varios objetivos. Por un lado, sirve como norma disuasoria para evitar la entrada de más coches a la ciudad. Así habría menos vehículos en las carreteras barcelonesas y se descongestionaría el tráfico en las entradas a la ciudad. Por otro lado, menos coches circulando por Barcelona supondría una reducción de las emisiones de gases contaminantes.

Además del transporte público, el dinero serviría también para crear nuevos aparcamientos en los accesos a Barcelona. Así, se evitaría penalizar a aquellas personas que no tienen un transporte público que les permita llegar a Barcelona.

Imagen panorámica de Barcelona durante un episodio de alta contaminación / EFE

Según Tusell, por ahora son "ideas estratégicas" que todavía no están definidas. "No queremos partir con un modelo prefijado. Tenemos las experiencias de otras ciudades y datos de los estudios, pero queremos contar con los actores implicados", con el objetivo de que "la medida tenga los mayores beneficios y los menores perjuicios". 

"Para hablar de cifras, precios" o cómo se configuraría la red de aparcamientos "primero hay desarrollar la medida de la mano de la sociedad civil". En cualquier caso, "falta mucho para el desarrollo final". 

UNA PROPUESTA RECURRENTE

El peaje de entrada para coches no empadronados es un debate recurrente en el consistorio barcelonés. Hace unos meses, entidades ecologistas propusieron crear esta misma tasa a razón de cuatro euros por día. En aquel caso, la tasa se reducía a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y solo para aquellos coches que circularan entre las 07:00 y las 20:00 horas siempre que tuvieran menos de tres ocupantes.

También estarían exentos de pagar los vehículos de personas con movilidad reducida, los de emergencias y aquellos conductores con ingresos económicos bajos, además del el transporte público.

Imagen de archivo de un peaje

Se trata de una medida que los comunes no han terminado nunca de encontrar el valor para poner sobre la mesa. No obstante, sí ha habido declaraciones por parte de la alcaldesa, Ada Colau -y algunos de sus concejales- en las que se han mostrado a favor de estudiar la propuesta y encontrar un encaje. Desde el socio de gobierno, el PSC, se han mostrado mucho más prudentes. 

Al respecto, la regidora socialista, Rosa Alarcón, aseguró que sería "empezar la casa por el tejado". Por su parte, desde el PP tacharon la propuesta de "suicidio económico". El concejal popular, Josep Bou, subrayó que cerca del 30% de la facturación del comercio de la ciudad proviene de clientes de fuera de la ciudad, por lo que la implantación de un peaje sería muy negativo por su impacto económico.

El edil popular, Óscar Ramírez, señaló que el gobierno municipal ya ha impuesto "un peaje de facto porque cuando las personas llegan a Barcelona están obligadas a dejar el coche en los aparcamientos de pago o en zonas verde y azul".

En este caso, Tusell considera que "hay partidos" con intereses políticos en otras poblaciones que "no se atreverían a poner sobre la mesa esta medida". No obstante, "nosotros solo estamos interesados en Barcelona" y en "beneficiar a la ciudad".