En España, el servicio de alta velocidad del AVE fue uno de los avances más importantes en el sector ferroviario. De hecho, nuestro país dispone de una amplia red de kilómetros de vías. Tan sólo China nos supera. También es cierto que el país asiático es más extenso que España, por lo que necesita vertebrar una red que requiera de trenes más rápidos, como el CR450, que pretende elevar la velocidad de crucero de los trenes balas en el país.
VELOCIDAD EXTREMA
Se trata de una de las grandes promesas del sector ferroviario. El tren alcanza los 453 kilómetros por hora, suficiente para cubrir la distancia entre Madrid y Barcelona 90 minutos. Estas pruebas tienen el objetivo de acelerar el desarrollo de una nueva generación de trenes de alta velocidad que son "más rápidos, más seguros, más ecológicos, energéticamente eficientes e inteligentes", tal y como recoge China Railway, la compañía que opera el transporte de carga y pasajeros.
Más que romper cualquier récord ferroviario, el objetivo de China es estandarizar una nueva velocidad máxima de crucero en su red. Actualmente los trenes más rápidos del país circulan a 350 kilómetros por hora y quieren que esta nueva generación llegue a los 400.
INFRAESTRUCTURA MILLONARIA
Pero a China le ha surgido un rival: Japón. El país asiático se encuentra inmerso en la construcción de un tramo de línea de levitación magnética con el objeto de unir las urbes de Tokio y Nagoya. Quieren que el trayecto de unos 340 kilómetros se cubra en menos de 40 minutos para el año 2027. Actualmente ese mismo trayecto se cubre en hora y media.
El problema de estos trenes es el coste millonario que supone la construcción de la infraestructura. Por ejemplo, la línea de 500 kilómetros que unirá Tokio y Osaka prevista para el año 2037 tiene previsto una factura total de 80.000 millones de euros. Por su parte, en el lado chino, la vía entre Shanghái y la ciudad portuaria de Ningbo en 2035 ascenderá a 12.000 millones.