Las obras de prolongación de la L8 de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), desde plaza Espanya de Barcelona --donde acaba ahora-- hasta el barrio de Gràcia, afectarán a un máximo de 5.296 metros cuadrados del parque de Joan Miró, un 12 % del total y un 40 % menos de lo previsto inicialmente.
Estos trabajos conllevarán talar 118 árboles, el 13 % del total de 931 árboles de este parque, frente a los 178 que se planeaban eliminar en un inicio. Así lo han explicado este lunes en declaraciones a los medios el secretario de Movilidad e Infraestructuras, Marc Sanglas, el director general de Infraestructuras, David Prat, y el ingeniero jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Oriol Altisench.
A PARTIR DE ENERO
Esta importante obra ferroviaria requiere del uso de una tuneladora --a semejanza de la de la L9, pero de menor tamaño-- que necesita de una zona logística adecuada, que se ocupará durante dos años y medio a partir de enero.
El Departamento de Territorio, del que depende FGC, ha planificado situar desde un inicio esta futura zona logística en el parque Joan Miró, lo que ha generado protestas vecinales y del anterior gobierno municipal de la ciudad. Finalmente, ha optado por limitar la afectación en esta zona, sin cambiarla.
Dado el rechazo vecinal, Territorio ha analizado otras posibles ubicaciones en las que situar esta zona logística, si bien finalmente las ha descartado todas. Una de ellas pasaba por ocupar parte de la Gran Via de les Corts Catalanes y de la avenida Paral·lel, lo que habría afectado a más vecinos y a la movilidad de la zona, lo que también habría conllevado más contaminación.
Otra alternativa era ocupar el recinto de Fira de Montjuïc, lo que habría generado un sobrecoste de 16 millones y el Ayuntamiento de Barcelona ha descartado desde el principio por el impacto económico de esta institución ferial.
También se podía optar por ocupar la losa de cubierta del depósito Clabsa y el aparcamiento municipal de vehículos, lo que inutilizaría esa infraestructura "crítica" para la ciudad, además de suponer un sobrecoste de 14 millones.
EL PARQUE DE JOAN MIRÓ, LA SOLUCIÓN
La solución elegida finalmente ha sido el parque Joan Miró pero con modificaciones con respecto al plan original: se trasladará el acopio de dovelas a la Gran Via y acopios de otros elementos a una zona todavía a concretar con el Ayuntamiento.
La zona del parque que se ocupará queda más lejos de lo previsto con relación a la biblioteca y el instituto situados ahí y de las fachadas de la calle Diputació. Estas modificaciones supondrán invertir seis millones más de lo previsto. "No recogemos el 100 % de las propuestas vecinales, pero sí una parte", ha resuelto Sanglas, que ha afirmado que la consellera Ester Capella se ha reunido en diversas ocasiones con ellos.
UN TÚNEL DE 3,7 KILÓMETROS
Prolongar la L8 hasta Gràcia conllevará ejecutar un túnel de 3,7 kilómetros desde la plaza España, la remodelación de la estación de plaza Espanya y la construcción de tres nuevas estaciones: Francesc Macià, que enlazará con el tranvía; Hospital Clínic, con la L5; y Gràcia, que conectará con otras líneas de FGC y será adyacente a la ya existente, que también deberá ser remodelada.
Con estos nuevos kilómetros de vía (o lo que es lo mismo, un 4 % más de trazado ferroviario del que ahora tiene la L8, que cubre 99 kilómetros) se espera aumentar los viajeros anuales de esta línea de los actuales 23,7 millones a 38,2 millones (es decir, un 38 % más).
CONEXIÓN BARCELONA-VALLÈS
Y es que una vez que la obra sea una realidad, las dos grandes líneas de FGC, la L8 o Llobregat-Anoia y las S1, S2, S5, S6 y S7 de la Barcelona-Vallès, estarán conectadas entre sí, precisamente en Gràcia. Para la ejecución del túnel, que se situará entre los 15 y los 50 metros bajo tierra, se utilizará una tuneladora de 9,2 metros de diámetro (frente a los 12 metros del de la L9).
El plazo previsto de las obras es de 58 meses, ya adjudicados por 300 millones y que deben empezar el próximo enero, a los que habrá que sumar luego más trabajos, como los de poner vías y catenarias, por importe total estimado de unos 104 millones.
El conjunto del proyecto (ya incluido en el Plan Director de Infraestructuras 2001-2010) requerirá de una inversión de 412 millones y la previsión es que sea una realidad entre 2029 y 2030.