El metro de Barcelona cumplirá 100 años este 2024. Fue en 1924 cuando se inauguró la primera línea, conectando Lesseps con la hoy conocida como la plaza de Catalunya. Este hito marcó el comienzo de una evolución significativa en la forma en que los barceloneses se desplazaban por su ciudad. La red se expandió rápidamente, abarcando nuevas estaciones y tramos que conectaban diversos barrios.
Entre los secretos bien guardados de la historia del metro barcelonés se encuentran algunas estaciones fantasma que ya no existen, o bien porque se cancelaron o bien porque se modificaron. Metrópoli ha realizado una lista de cuatro estaciones que ya no existen:
BORDETA COCHERAS
Una de estas estaciones fantasma es la de Bordeta Cocheras. Ubicada en la L1 (roja), fue inaugurada en 1932, pero solo operó durante un breve periodo antes de cerrar sus puertas al público. El motivo de su cierre fue la reorganización de las rutas y la optimización de la red, trasladándose a la actual parada de Santa Eulàlia para permitir la prolongación de la L1.
BORDETA
Ubicada entre Mercat Nou y Santa Eulàlia, la parada se inauguró en 1926 y formaba parte de la red de la línea 1. El apeadero de La Bordeta se cerró hace 42 años para alargar la línea que iba hasta Torrassa. En la actualidad hay tres vías, una lateral que va hacia las cocheras de Bordeta y dos centrales que van de Santa Eulàlia a Mercat Nou.
FERNANDO
Operativa desde el año 1948 hasta el 1968, la estación fue la única que dio servicio durante el franquismo, pero ahora es inexistente. Se encontraba entre Liceu y Drassanes –entre el mercado de la Boquería y la calle Ferran–, a 200 metros de la primera, y se dice que el motivo de su construcción fue la necesidad de disponer de un tren de refuerzo en caso de celebrarse algún evento especial en el Gran Teatre del Liceu. El apeadero de la línea 1 se cerró hace más de 50 años para alargar la línea de metro hasta Drassanes. A día de hoy está tapiada, aunque sigue existiendo.
CORREOS
Otro de los apeaderos cerrados es el de Correos. La estación está ubicada bajo la plaza de Antoni López y dejó de recibir pasajeros hace 50 años. Los usuarios de la línea L4 en dirección a la Pau pueden asomarse a la ventana y comprobar que entre las paradas de Jaume I y la Barceloneta hay una estación fantasma. El metro de Correos abrió en 1934 y estuvo en servicio hasta marzo de 1972, cuando fue cerrado para permitir su prolongación hacia Barceloneta.