A partir de mayo, parar en el carril bus en Barcelona será más caro que nunca. En una iniciativa conjunta entre el Ayuntamiento de Barcelona, TMB, y la Guardia Urbana, los vehículos privados o de mercancías estacionados en estos espacios serán sancionados automáticamente.
Entre 60 y 200 euros
Las multas oscilarán entre 60 y 200 euros, dependiendo de cada caso y se enviarán instantáneamente al Institut Municipal d’Hisenda, que gestionará y notificará la penalización por correo certificado.
El proceso será simple: vehículos equipados circularán estratégicamente por las calles de Barcelona, especialmente en áreas con historial de infracciones de tráfico, durante el horario de servicio de autobuses. Dos empleados de TMB estarán a bordo, sin necesidad de la presencia de la Guardia Urbana, ya que las competencias sancionadoras se delegan al Área de Movilidad.
A partir de mayo
Durante los próximos dos meses, el servicio se encuentra en fase de pruebas y no emitirá multas. A partir de mayo, comenzarán las sanciones automáticas.
El objetivo del proyecto es mejorar la velocidad de las líneas de autobús y la seguridad vial, según indica el comunicado del consistorio. El coche actuará como un elemento disuasorio ante las prácticas indebidas comunes en Barcelona.