Barcelona continúa reforzando aumentando el control sobre el tráfico rodado con la instalación y entrada en funcionamiento de dos nuevos radares. El Servei Català de Trànsit ha colocado los dispositivos en los túneles de Vallvidrera, tanto en el sentido de entrada como de salida de la capital catalana.

Doble objetivo

Por un lado, se espera que la presencia de los radares actúe como elemento disuasorio para los conductores que quieran exceder el límite de velocidad, fijado en este tramo de la C-16 a 80 km/h. Por el otro, se espera a que contribuya a reducir la siniestralidad, pues en los últimos cinco años se han registrado hasta 25 siniestros con víctimas, tres de ellas mortales.

Entrada a los túneles de Vallvidrera / ARCHIVO

En cómputo, la capital catalana cuenta con 208 kilómetros de red de carreteras controlados por el sistema de radares de Trànsit. Asimismo, hay un total de 43 dispositivos en funcionamiento en la capital catalana.