La L9 será la línea más extensa del metro de Barcelona. Aunque aún está en construcción, una vez finalizada sumará 48 kilómetros de vías al suburbano barcelonés, y su área metropolitana, junto con la línea L10.

Con ello, se mejorará la movilidad metropolitana, ya que conectarán los municipios de Barcelona, Santa Coloma de Gramenet, Badalona, l’Hospitalet de Llobregat y El Prat de Llobregat, con una cuarentena de estaciones. Se trata de cinco de las ciudades más pobladas de Catalunya y la previsión es superar los 100 millones de viajes anuales.

Años de retrasos

Las obras de construcción de la L9 se iniciaron en 2003. Los trabajos del tramo central llevan años de retrasos --ya que estuvieron parados una década y la tuneladora no retomó la actividad hasta mediados de 2022--, y cuando circulen los trenes en 2027 habrán pasado 24 años desde el comienzo del proyecto.

En julio de este 2024 el desgaste de la tuneladora, que llegó hasta Mandri, ha retrasado los trabajos 14 meses, que es el tiempo que hay que esperar para poder seguir escarbando el subsuelo de la ciudad. La rueda de corte ha llegado al final de su vida útil y es necesario cambiarla. Un contratiempo que modifica la fecha de finalización de las obras hasta después de 2030, al menos dos años más tarde de lo previsto.

194 millones

La Generalitat inyectará 194 millones en la construcción de la L9 este 2024. Esta cantidad supone más de la mitad de la inversión prevista en el presupuesto catalán para mejorar y ampliar la red de metro y de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), que sube hasta los 347 millones.