Barcelona tendrá su línea de metro más extensa, con una longitud de más de 50 kilómetros. Esta será la L9 (línea naranja), un proyecto ambicioso cuya fase final está prevista para completarse en 2030.
Un proyecto de gran envergadura
Una vez finalizada, las líneas L9 y L10 contarán con un total de 50 estaciones distribuidas en toda la red, incluyendo 17 intercambiadores que facilitarán el acceso a diferentes puntos clave de la ciudad. En la actualidad, ya están operativas 23 estaciones en el tramo sur y 12 estaciones en el tramo norte. Estos tramos cubren 27 kilómetros en el sur y 11 kilómetros en el norte, conectando barrios y áreas metropolitanas de Barcelona.
Lo que falta por completarse es el tramo central, el cual dará cohesión a toda la línea y permitirá que la L9 se convierta en la más larga de la ciudad, con un recorrido total de 47,8 kilómetros. Este segmento central es clave para conectar las diferentes partes de la infraestructura y ofrecer un servicio más completo a los usuarios.
Comparación con otras líneas del metro
Actualmente, la segunda línea más larga del metro de Barcelona es la L5 (línea azul), que tiene una extensión de aproximadamente 19,6 kilómetros. A diferencia de la L9, la L5 sigue parte del antiguo trazado del Ferrocarril Metropolitano Transversal de Barcelona, que operaba a principios del siglo XX y conectaba diversas zonas de la ciudad.
Aunque la L5 no llega directamente al aeropuerto de Barcelona, es una línea importante dentro de la red de transporte. A través de un transbordo con la L9 Sud, los pasajeros pueden llegar al aeropuerto, lo que subraya la relevancia de esta conexión en el entramado del transporte metropolitano de Barcelona.
Beneficios de la L9
Cuando esté en pleno funcionamiento, la L9 será la arteria más importante del sistema de metro de Barcelona.
Con una extensión que superará a cualquier otra línea, no solo mejorará la movilidad entre los distintos barrios, sino que también servirá como un eje clave de interconexión entre la ciudad y áreas estratégicas como el Aeropuerto de El Prat. Además, su trazado permitirá reducir la saturación en otras líneas y facilitar el acceso a puntos neurálgicos de la ciudad.