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Bicicleta y motocicleta. Y, ambas, eléctricas. La apuesta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) por la movilidad compartida y sostenible pasa por el impulso de estos vehículos. En primera instancia, se escenificó con la llegada del AMBici, un Bicing metropolitano que tuvo una buena acogida.

El siguiente paso se dio este martes. El ente metropolitano presentó el futuro motosharing, que dotará a la capital catalana y a otros siete municipios de unas 10.000 motocicletas eléctricas compartidas antes de que acabe el año.

Peor suerte correrá el patinete eléctrico. La llegada de este último servicio ha confirmado el portazo del AMB a los VMP compartidos, a los que la capital catalana dio el estacazo definitivo con su prohibición hace un año.

No nos lo planteamos”

Tras la presentación del motosharing metropolitano, la administración metropolitana aseguró que el patinete compartido no está sobre la mesa.

Preguntado por Metrópoli, el vicepresidente de Movilidad, Transportes y Sostenibilidad del AMB, Carlos Cordón, descartó una eventual implementación. “No nos lo planteamos”, señaló.

El sucesor de Antoni Poveda en el cargo, inicidió en “seguir trabajando en mejorar la calidad del aire” mediante el refuerzo de otras iniciativas. Fomentar la “intermodalidad” y continuar con la extensión del Bicibox, fueron algunas de las propuestas referenciadas por Cordón.

Petición de los usuarios

El posicionamiento de la administración barcelonesa choca con la petición de los usuarios de este método de transporte. Un estudio elaborado por el RACC reflejó, el año pasado, que ocho de cada diez encuestados valoraban negativamente la inexistencia de un sharing metropolitano de patinetes, por lo que el club catalán abogó por su implementación.

Usuarios de patinetes eléctricos EFE

En el nuevo barómetro sobre la movilidad en VMP en Barcelona y sus accesos, presentado por el RACC este mes de octubre, el club volvió a apostar por el despliegue de este servicio “en puntos estratégicos” para “fomentar la conectividad entre ciudades”.

'Motosharing' metropolitano

El motosharing metropolitano de Barcelona ha arrancado con una previsión ambiciosa: desplegar unas 10.000 motos en 40 días.

Éstas se repartirán entre la capital catalana (7.000) y los municipios de L'Hospitalet, Esplugues, Sant Feliu, Sant Just Desvern, Barcelona, Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià de Besòs, con otros 3.000 vehículos.

Alcaldes metropolitanos en la presentación del nuevo servicio de 'motosharing' AJ BCN

El servicio irá a cargo de cinco operadoras. Hori Rides (2.050 motos), Yego Urban (2.050), Cooltra Motosharing (1.950), Go Sharing (1.950) y Acciona Mobility (1.950) serán las compañías encargadas de garantizar el servicio.

Cada sociedad contará con su propia aplicación y tarifas. Pese a ello, la disponibilidad de vehículos se podrá comprobar desde las aplicaciones AMB Mobilitat y SMOU, que ampliarán sus funcionalidades con la llegada de este servicio.

Fin de las licencias de Barcelona

La llegada del motosharing metropolitano conlleva el fin de las licencias emitidas por el consistorio barcelonés para esta actividad, que se gestionará desde el AMB.

Con este cambio, Cooltra, Acciona y Yego, operadoras con actividad en Barcelona, mantendrán un total de 5.950 motos eléctricas compartidas en la capital catalana y su entorno.

Para el CEO de Cooltra, Timo Buetefisch, esta apertura metropolitana representa “un paso decisivo por ofrecer una alternativa sostenible de movilidad para los catalanes, complementando las opciones de transporte público tradicional que conectan todas las ciudades del área metropolitana”.

Motos del servicio de 'sharing' metropolitano RP

Hori Rides y Go Sharing complementarán la oferta. Esta última compañía, procedente de Países Bajos y que ofrece soluciones de movilidad en más de una treintena de ciudades europeas, materializará su llegada a España mediante este desembarco en el área metropolitana.

Expansión

Como ha sucedido con el servicio de AMBici, el ente metropolitano contempla una eventual ampliación futura del motosharing a otros municipios. Esta expansión supondría, para las operadoras, un despliegue de vehículos que, en última instancia, podría alcanzar las 36 localidades.