Manifestación de taxis en Barcelona
Barcelona dice no a más taxis: usuarios y conductores apuestan por ampliar horarios, no flotas
El 77% de los pasajeros cree innecesario aumentar el número de taxis en circulación y el sector reclama ampliar los horarios para optimizar el servicio
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En Barcelona, la mayoría de los usuarios del taxi lo tienen claro: más coches en las calles no es la solución.
Según un estudio reciente del Mobility Institute, impulsado por el RACC y Deloitte en colaboración con la app de movilidad Freenow, el 77% de los pasajeros considera innecesario ampliar la flota de taxis.
Taxi con adhesivo de Free Now en Barcelona / EUROPA PRESS
En lugar de sumar más vehículos a una ciudad ya saturada, la propuesta es exprimir mejor los recursos existentes.
El informe, basado en más de mil encuestas a usuarios y profesionales del sector, dibuja una radiografía precisa de cómo se mueve —y cómo quiere moverse— Barcelona.
Con 10.521 licencias activas y unos 15.500 taxistas en el Área Metropolitana, el servicio apunta a una estrategia de calidad por encima de la cantidad.
Taxistas: más horas, menos restricciones
Mientras la ciudadanía pide eficiencia, el sector responde con la alternativa ampliar los horarios.
Un 31% de los taxistas encuestados considera que debería eliminarse la norma que limita a 16 horas el trabajo continuado por vehículo.
Taxi en Barcelona
Esta medida, ya aplicada en ciudades como Madrid, permitiría adaptar la oferta a la demanda real sin añadir más taxis al asfalto.
"Se trata de hacer más con lo que ya tenemos", reivindican desde el sector. Más horas en circulación supondrían, además de un mejor aprovechamiento del parque móvil actual, mayores ingresos para los conductores y una mayor sostenibilidad económica para un oficio que busca oxígeno.
Falta de relevo y un sector que envejece
No todo es eficiencia. El estudio también pone el foco en los desafíos estructurales que encara el gremio.
El 42% de los taxistas cree que faltan manos para cubrir todas las licencias disponibles, una señal de alarma sobre las dificultades para atraer nuevos profesionales.
La edad media del taxista barcelonés se sitúa en los 49,8 años, lo que anticipa un inminente relevo generacional.
Taxis en Barcelona / EFE
En los próximos años, podría producirse un movimiento significativo de licencias hacia nuevos propietarios, con todo lo que eso implica para la configuración del servicio.
La revolución digital al volante
En paralelo, el taxi de Barcelona se sube al carro de la digitalización. Un 77,2% de los taxistas reconoce que los hábitos de sus clientes han cambiado de forma sustancial.
Las apps de movilidad, como Freenow, han transformado la manera en que se pide un taxi. Hoy, el 44% de los usuarios utiliza este tipo de plataformas, aunque muchas veces las combinan con métodos más tradicionales como parar el coche en plena calle o acudir a las paradas.
El pago también ha evolucionado: la tarjeta y el móvil sustituyen al efectivo en buena parte de los trayectos, en una ciudad donde la movilidad ya no es solo una cuestión de ruedas, sino también de datos.