La Prosperitat se ve en blanco y negro. ¿Por qué? Preguntarán algunos. “Porque unifica todos los colores de la piel”, contestará el fotógrafo Joan Martínez. Él ha sido el encargado de atrapar en su máquina fotográfica la densa multiculturalidad que compone Nou Barris. Las miradas de aquellos que tuvieron que marcharse de la tierra que les vio nacer. Los rostros que hoy tejen una red vecinal sin parangón. Y todo, al fin y al cabo, para enseñar a Barcelona y al mundo, que la Prospe son cuatro calles levantadas por gente de aquí y de allí. Ciudadanos que no entienden de aquellos trazos burocráticos a los que llamamos fronteras. “La mezcla es nuestra realidad”, dice Martínez.

CIERRE DE EXPOSICIÓN, PUNTO DE PARTIDA

Es martes y en la sala de actos del Casal de Barri de la Prosperitat escasea la patria. Hoy no se celebra la inauguración de una nueva exposición, sino su clausura. ¿Orgullo de 'Prospe'? Decenas de personas escuchan a sus convecinos. De hecho, hay un invitado estrella en la mesa de presentación, Javier Pérez Andújar, pero será el último a quien le pasen el micro. Antes hablarán los verdaderos protagonistas. Los rostros que han dado vida al calendario 2017 de la Xarxa Nou Barris Acull.

Si fuese un calendario normal, a estas alturas de curso ya habría adelgazado unas cuantas páginas. El de la Xarxa, no. De hecho, la exposición que tenían montada hasta este miércoles se guardará en cajas para que viaje hasta su nuevo destino (desconocido). Toda una metáfora de sus protagonistas. Sus historias y sus reflexiones golpean fuerte sobre la poliédrica realidad de Nou Barris. Pocos ricos habrá repartidos por su callejero. Sin embargo, la riqueza vital que demuestran al abrir la boca es la que vale; la que no se puede cuantificar.

En 'su barrio', quienes podrían haber sido un 'nadie' de Eduardo Galeano, ahora encuentran esperanza e ilusión. Sí, los problemas nunca desaparecen, pero el contraste con su vida anterior es significativo. La voz del senegalés Ibrahima, quien apenas cuenta con 22 años, es rotunda: “Espero ser, por muchos más años, vecino de mis actuales vecinos”, expresa públicamente. Personas que, como Flavio, saben valorar lo que han conseguido. En el caso de este colombiano de 59 años, poder huir de la represión política y de las balas de los paramilitares.

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LAS REFLEXIONES DE ANDÚJAR

“La vida de cada uno podría ser un libro”, dice Andújar. “Como ser viviente puedo estar convencido que la emigración es consustancial a la vida”, les explica el escritor al clausurar el acto. Si bien él “ni siquiera” ha hecho el “esfuerzo” de ser inmigrante (“lo fueron mis padres”, explica), aprecia “el principio de igualdad” en verse “reflejado en las páginas del calendario”, narra.

Tal como les explica Andújar a los asistentes con impronta lírica, “hay un libro que habla del origen de la vida en el planeta, en el que se relata que el origen de la vida venía de una bacteria. Cuando chocó, se quedó aquí para hacer la vida; teoría que nos viene a decir que somos emigrantes desde el principio”, relata.

“Yo soy internacionalista, yo soy del mundo porque nací aquí de casualidad”, esgrime una voz entre el público al clausurar la charla. “Somos casualidad de la vida; nacemos en un punto del globo, aunque no quiere decir que seamos de allí”, añade. Al fin y al cabo, “es el retrato colectivo el que nos explica cómo las personas no tienen fronteras”, apostilla Andújar. En este caso, un calendario en el que pasan los días, pero cuyas páginas continúan igual de perennes.  

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