Barcelona en Comú suspende en servicios básicos en Nou Barris

A un año de las municipales, ya se entrevé la primera fila de candidatos y Barcelona tiene mucho que barajar antes de votar. Los vecinos de Nou Barris tenían ganas de expresar su descontento después de cuatro meses sin tener la oportunidad de hacerlo delante del gobierno del distrito.

El mayor despropósito, el de la movilidad. Los cambios de sentido de las calles de Almansa y Artesanía y algunas paradas de autobús desaparecidas o trasladadas de lugar solo han disgustado a los vecinos. Desde el otoño de 2017 hasta la primavera 2018, han modificado cambios que han tenido de volver a su estado original. La regidora de Nou Barris, Janet Sanz, ha reconocido que tienen que rectificar algunos cambios de movilidad que se hicieron sin el consentimiento de los vecinos, conductores y paseantes habituales de las calles afectadas. 0-1 a favor del pueblo en la audiencia de anoche en la que reinó un sin fin de reclamaciones: vivienda y accesibilidad, los otros dos puntos calientes que gobernaron la sesión.

El colectivo inmigrante cada vez está más presente y pese a la intención de gestionar los servicios sociales con el método de la interseccionalidad, en vivienda, brilla por su ausencia. No cuenta el plus de vulnerabilidad de este colectivo. Los casos de Carmen y Cristian son singulares pero no los únicos. Acusados de usurpación de una morada de la que no son propietarios por la vía penal (no como okupas) y ven su proyecto de vida enquistado en el momento que se les dicte una sentencia, la cual impedirá tramitar su nacionalidad española y una multa y a Carmen, probablemente, le retiren la tutela de su hija que no podrá mantener porque no ha dejado de trabajar cobrando el salario mínimo interprofesional pero no alcanza a cubrir un alquiler que está dispuesta a pagar si se le concede una vivienda de alquiler social. Una de ésas insuficiencias que el gobierno municipal ahora pone freno por temas administrativos, no políticos, no por falta de voluntad, pero sí era un pilar en su lista de promesas al inicio del mandato. Frente a estos casos, la regidora, Janet Sanz, animaba a los asistentes a presentarse a las puertas del Congreso en Madrid con el objetivo de cambiar la Ley de Arrendamiento Urbano (LAU). “Queremos limitar el precio del alquiler y ampliar los contratos de 3 a 5 años”, repitió Sanz como ya ha anunciado su grupo político en anteriores ocasiones.

Primera Audiencia Pública de 2018 de Nou Barris / A.O.

Consecuente de que las cosas no se hacen de un día para otro, algunos vecinos con una orden de desahucio pendiente de ejecución, no se explican la lentitud burocrática para acceder a un piso de alquiler social, sin embargo, el gobierno de la mesa remarcaba la ayuda que han activado para rehabilitar el interior de las fincas, una subvención que antes se limitaba a la restauración de las fachadas.

En respuesta a la alta demanda viviendas sociales, la regidora contestó: “si tuviéramos más pisos, iríamos más rápido. No podemos garantizar una vivienda inmediata a todos los solicitantes”. Vivienda y accesibilidad: 2-0 a favor de los vecinos.

LA ACCESIBILIDAD, UN ROMPECABEZAS

De la vivienda a la accesibilidad, otro punto fuerte que como el de la vivienda, se ha convertido en un lastre para el barrio de Ciutat Meridiana y Barcelona en Comú tampoco ha dado en la tecla de la solución. “El tramo de las escaleras de la calle de Costabona funciona desde hace tres días después de casi tres meses estropeado”, explicaba una vecina en el turno de intervenciones. “Ahora todo lo demás queda para el 2019”, lamentaba la señora que aseguraba encontrarse últimamente con la misma respuesta cuando preguntaba por la ejecución de los proyectos prometidos e incumplidos. Tampoco es una prioridad el tiempo libre y de juego de los niños del barrio, que según Clemente, no tienen parques donde jugar porque los han retirado antes de tener otros nuevos, a lo que la regidora respondió que “están por llegar y serán muy originales. Teníamos un plan para ello en 2017 y no han llegado por problemas técnicos. A veces, la administración también comete errores”. Clemente, decidió atarse con una cadena en la puerta de la sala como reivindicación de ésta y otras causas derivadas de la accesibilidad, como la del colegio Elisenda de Montcada, limítrofe a Torre Baró.

A pesar de las quejas recibidas por los vecinos en el ámbito de la movilidad y la reducción de vías, la regidora anunció la ampliación de aceras de la calle de Antonio Machado en el barrio de Canyelles. La calle más amplia del barrio, cuyo ensanchamiento no se ha pedido ni siquiera para el tramo más estrecho de la misma.

Calle de Antonio Machado en el barrio de Canyelles / A.O. 

 LA MULTICONSULTA ES INSUFICIENTE

De entre los objetivos logrados por el partido de gobierno, la regidora agradeció la participación popular en la multiconsulta para la remunicipalización del agua. “Hemos recogido 27000 firmas a favor de la remunicipalización gracias a los vecinos y vecinas de Barcelona” y continuó argumentando que “hay que seguir apretando al gobierno central para modificar la ley contra la pobreza energética 24/2015 promovida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). A continuación, Sanz recordó el servicio de suministro eléctrico de Som Energia, una cooperativa impulsada desde la municipalidad para competir contra las grandes compañías suministradoras de luz y agua.

Entre las intervenciones, se repitieron algunas relacionadas con la higiene de algunas calles, la dejadez pública de no retirar el amianto que cubre el techo del instituto Galieo Galilei de la Prosperitat y la falta de aparcamiento en las calles de Nil y el paseo de Urrutia.

UN GUIÑO A LA INCLUSIÓN

Ante esta goleada de reclamaciones vecinales, el partido de gobierno sí ha tenido la atención con un grupo social, a menudo olvidado, las personas sordomudas. La audiencia pública de ayer se tradujo continuamente con el lenguaje de signos y los aplausos, aunque insonoros, fueron valorados muy positivamente por todos los asistentes. Un guiño en medio de una disputa política que se hacía esperar en uno de los distritos peor tratados de la ciudad.