El Ayuntamiento de Nou Barris se ha comprometido a no dejar perder la masía de Can Valent para el barrio de Porta. Pero para conseguirlo, es necesario encontrar cerca de 700.000 euros para invertirlos en recuperarlo, ya que se encuentra en avanzado estado de degradación y corre peligro de derrumbarse.

Dando por hecho que se encontrará el dinero, el ayuntamiento también tiene pensado abrir un proceso participativo con las entidades del barrio para definir el uso que deberá darse a la masía.

El uso que no debe estar ligado al cementerio de Sant Andreu, situado a pocos metros de Can Valent, que ha sido siempre el principal escollo para rehabilitar la masía. Históricamente los vecinos han pedido un uso cívico -escuela de jardinería y espacio para el barrio-, aunque todo indicaba que por normativa debía tener un uso de carácter funerario. De hecho, hubo incluso una propuesta para convertirla en tanatorio, que fue detenida por los vecinos.

“Es una pieza del patrimonio de Nou Barris irrenunciable, es una de las últimas casas que nos queda en el distrito”, ha declarado Carlos Izquierdo, consejero técnico, a noubarris.com. “Nos hemos comprometido a consolidar la estructura de la masía para no perderla, y, de cara al siguiente mandato consistorial, ya se verá qué uso final se le da”.

VACÍA, DEGRADA, CASI HUNDIDA

La masía de Can Valent se construyó entre los siglos XVI y XVII. Pasó a ser propiedad municipal en 1985 y desde entonces permanece vacía, degradada y en mal estado, sobre todo después de sufrir un incendio que afectó buena parte del tejado.

Hasta hoy, ninguno de los proyectos que se han estudiado o propuesto por parte del ayuntamiento o de los vecinos se ha hecho realidad. Ya hace muchos años que las entidades de Porta y de memoria histórica alertaban del mal estado de la estructura de la masía. De hecho, si se consigue el presupuesto (los 700.000 euros), éste serviría para impedir su hundimiento.

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