Los vecinos de Porta están en pie de guerra desde hace más de un mes. El Ayuntamiento está instalando una nueva área de recreo para perros en el parque de Can Dragó que sustituirá el viejo pipicán. Sin embargo, a los vecinos que viven en los edificios de enfrente no les parece bien, quieren reubicarlo. De hecho, han colocado pancartas en los balcones que rezan: "Vecinos luchan, el pipicán reubicamos, únete" o "Señora Colau en el barrio cabemos todos, stop obras. ¡Reubicación ya!".
El ambiente muy crispado. Demasiado. Entre los vecinos que optan por el área de recreo y los que quieren reubicarlo ha habido amenazas, incluso de muerte. Esther Garijo, que tiene tres perros, asegura que algunas personas contrarias al pipicán han llegado a advertir a los propietarios con "bajar escopetas y envenenar a los animales".
PRIMERA PEGA: EL RUIDO
Para una de las vecinas que vive en el bloque de delante del parque, Jesusa, los perros hacen mucho ruido, sobre todo por la noche, y no dejan dormir. "Cuando llegue el verano será todavía peor, dejaremos las ventanas abiertas y escuharemos aún más los ladridos", afirma.
Esther Garijo, en cambio, sostiene que por la noche los propietarios no llevan sus perros al pipicán. Aseguran que quienes provocan los ruidos son las personas que hacen "botellón".
UN NUEVO PROBLEMA: LOS NIÑOS
Otra de las críticas de los vecinos de Porta es que justo al lado del área recreativa para perros hay un parque para niños. Para Arshad Abbassi Muhammad, titular de una tienda de alimentación, esta ubicación es poco recomendable por temas de higiene y seguridad. "En el pipicán puede haber perros peligrosos", asegura.
Para una vecina, que tiene su hijo apuntado a fútbol en el complejo polideportivo de Can Dragó, en vez de un pipicán en ese espacio debería haber bancos para la gente mayor o, sino, un "parque infantil más grande".
"No me parece bien que los perros lleguen a tener un pipicán como una plaza de toros y los niños un cuchitril", denuncia otro vecino que va a diario al parque a hacer deporte.
El nuevo pipicán se está construyendo al lado del viejo / M. B.
¿LA SOLUCIÓN?
Como ya informó Metropoli Abierta, los vecinos que están en contra del pipicán quieren que el espacio se desplace 300 metros y se traslade a uno de los extremos del parque de Can Dragó, más concretamente en la zona ajardinada. El Ayuntamiento, sin embargo, no opta por esta opción porque quiere conservar ese espacio como un área verde.
Ya hace años que una parte de los vecinos de Can Dragó piden al consistorio un espacio en condiciones para que jueguen los perros. Cans Can Dragó es un grupo de usuarios que después de siete años de quejas vecinales admitidas por el Síndic de Greuges presentaron unos planos para adecuar un nuevo espacio.
Como señala Esther Garijo, una de las prioridades del nuevo pipicán es que tenga vallas altas, para que los canes no las puedan saltar. Las obras de realización del nuevo espacio recreativo fueron aprobadas en mayo de 2018 por los Comuns y empezaron a realizarse en el mes de diciembre.
Está previsto que el nuevo pipicán tenga aproximadamente unos 1.000 m² de superficie. La actuación prevé, principalmente, la colocación de mobiliario urbano, un bebedero y nueva vegetación.
INCUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVA
Can Dragó es uno de los parques más populares de Barcelona para salir a pasear con el perro. Cada tarde más de una cincuentena de canes pasan por ahí. Algunos los llevan al pipicán pero otros los dejan sueltos por la zona ajardinada, incumpliendo la ordenanza municipal.
Como reconoce Laura, una vecina del barrio, no está permitido dejar los perros sueltos por el área donde hay árboles, sin embargo, muchas personas lo hacen. "Si no vienen agentes de la Guardia Urbana los dejamos sueltos, pero si nos ven nos pueden poner una multa", explica. Así, según la Ordenanza de medio ambiente de 2011, en los parques urbanos, excepto en las zonas de recreo para perros, los canes deben ir obligatoriamente atados.
Ahora, una de las dudas de Laura es que el nuevo pipicán se masifique, ya que en Nou Barris solo hay siete áreas recreativas para perros, según el Ayuntamiento. Pero esta ya será otra lucha.