Reconozco que falló mi percepción extrasensorial, no estuve fino identificando espíritus en octubre de 2017. Exceso de perturbaciones, unas electromagnéticas, demasiado rato con el móvil al lado de mi cerebro, y otras sónicas, como el penetrante zumbido de los helicópteros de la policía encima de mi cabeza como ya les conté. Hay que ser un buen medium para no equivocarse. No es lo mío. Lo siento.
Quinto Fabio Máximo Verrucoso Cunctactor “el que retrasa” y le sale bien, y restituye el Estado en el último momento, ha pasado de largo. La estrategia fabiana no ha salido bien y el lío se ha recrudecido. Nunca he creído que procrastinar, fuera una buena estrategia, siempre es mejor prevenir y avanzarse a las dificultades. A los hechos me remito. Se necesita otra estrategia.
Ahora ya no tengo ninguna duda, que quienes se han hecho casi con el control del espectro paranormal en Catalunya y están influyendo en exceso son dos dioses muy peligrosos. Son el dios maya Ek Chuah y su amiga la diosa Ixtab, quienes podrían convocar a su colega Ah Puch.
Ek Chuah es un dios contradictorio, y por esto tremendamente peligroso, por una parte, es el dios del comercio y del cacao, vamos un dios “business friendly”, como se supone que tenía que ser el primer gobierno del Sr. Artur Mas, pero por el otro lado, y allí es donde radica el problema, es el dios de la guerra. ¿Cómo se puede tener al mismo dios para el comercio y para la guerra? Pues no se puede, es ilógico. Pero hay gente que lo tiene y se auto engaña, tal vez el Sr. Mas es uno de ellos, pensando que existe el yo gano tu pierdes, más para mí y menos para ti. Recordemos que los mayas acabaron desapareciendo de forma misteriosa. Cuando llegaron los conquistadores españoles ya no estaban. Mi teoría, no contrastada científicamente, es que se extinguieron por adorar a dioses intrínsecamente contradictorios. Los negocios buenos son ganar-ganar y la guerra es perder-perder. Los negocios son colaboración y cooperación en beneficio mutuo, mentalidad abierta. El enfrentamiento y la guerra son mutua destrucción, mentalidad cerrada. No sirve el mismo dios. Deberíamos haber rechazado contundentemente la influencia de un dios tan malévolo como Ek Chuah y, de momento, no lo ha hecho del todo. Tendremos pronto de nuevo una gran oportunidad. Tenía que elegir entre sociedad abierta y cosmopolita, creadora de riqueza o una sociedad aislada, victimista, “ya no nos protege ni Europa pues también nos vamos de Europa” y demasiados no lo han hecho todavía, casi fueron la mayoría, pero no, aunque se lo crean. ¿Cómo no me di cuenta de que Ek Chuah estaba por aquí? Me arrepiento de no haber avisado antes y ni de hacerlo de forma más contundente, creía que éramos una sociedad más madura, que disponíamos de una jaula de Faraday que nos protegía de radiaciones dañinas. ¡Que sorpresa al ver impensables y numerosas conversiones a la religión maya!
Ek Chuah no vaga solo por el mundo, está pululando por aquí con su pareja, la diosa del suicidio Ixtab. El suicidio es la máxima expresión del nihilismo, de la falta radical de sentido de la vida. El Dr. Viktor Frankl considera que el vacío existencial es la neurosis colectiva de nuestro tiempo. Itxiar también está por aquí influyendo, porque es un suicidio, al menos en lo económico, despreciar a Europa, (hasta asaltamos las oficinas de la Unión Europea en Barcelona), el Estado de derecho más bien construido del Planeta. Querer aislarse, poner fronteras, enfrentarse con los vecinos, aceptar la mentira flagrante, referirse al todo cuando no llega al 50%. Es un suicidio despreciar y desconocer las corrientes de fondo que mueven el mundo, la apertura de fronteras, los acuerdos de libre comercio, la revolución tecnológica, el mundo digital, la necesidad de una Europa fuerte que compita con China e India. El ego nos nubla, para disfrute de los dioses mayas. En Catalunya no somos el centro del mundo, somos 7 millones, ni el 1 por mil de la población del planeta. En China seriamos una ciudad de quinta fila. En el mundo se conoce Barcelona, no Catalunya. Pero para suicidio, la crisis de natalidad. No hemos tenido hijos y queremos construir un nuevo país identitario, ¡Que contradicción! ¿Alguien me lo puede explicar?
Deseo que no aparezca Ah Puch, el dios de los sacrificios humanos. Pero como Ek Chuah e Ixtab no se larguen pronto de encima de nuestra cabeza, se producirá un efecto llamada. Este tipo de espíritus nunca se dan por satisfechos.
Los mayas se desvanecieron, se autodestruyeron, porque adoraban a dioses malévolos y contradictorios, que además tenían unas representaciones horrendas, que dan miedo. Hay que aprender historia, religión y filosofía. Si lo hiciéramos, podríamos escarmentar en cabeza ajena y, por ejemplo, inspirarnos en el Karma hindú, quien da recibe. Haz el bien y el bien viene a ti, que nada tiene que ver con el maniqueísmo de nosotros somos buenos y los otros son malos.