Se ha confirmado. Finalmente serán los tres primeros tenientes de alcalde de Ada Colau, los que no repetirán en la lista de Barcelona en Comú (BeC) tras cuatro años en el gobierno municipal. Tres en raya. De la cúpula, solo “sobrevivirá” a esta legislatura, la cuarta en el escalafón, Janet Sanz. Y lo sabemos esta semana porque, tras los pasos de Laia Ortiz y de Gerardo Pisarello, ahora hemos conocido que también salta de la lista Jaume Asens, que irá de cabeza de cartel de los Comuns a las elecciones generales. Significativo por tres razones. Tres en raya, también.

Uno. Por su proximidad a Ada Colau. A pesar de los fuertes encontronazos que han ido teniendo fuera de cámara este mandato, todo el mundo sabe que Asens es, desde hace muchos años, persona muy próxima a Colau. O eso se ha desgastado o muy poco colauismo debe quedar en el fondo de armario (y en la superficie) para mirar de relevar a otro del pinyol, Xavier Domènech, al frente de la lista en Madrid. El círculo más estrecho de la alcaldesa se ha ido restringiendo mucho y no se ha ampliado. Malo.

Dos. Asens es también una de las voces más nítidamente independentistas del equipo de los Comunes. Ahí el gobierno municipal de Colau pierde diversidad interna y va pareciéndose cada vez más a lo que en su día representaba una Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) que ahí se mantiene, como mínimo a nivel de cargos y de gestión municipal. Algo que nacía como “nuevo” hace tan solo cuatro años, ahora ofrece menos diferenciación y más de lo de antes. Malo.

Y tres. No hace ni un mes que Colau presentaba su “renovada” lista municipal, con Asens de número 4. Fue el 11 de febrero. Y pocas semanas después, acabamos sabiendo que quien iba a ir en ese 4 de la lista se dedicará a otra cosa. ¿Improvisación? ¿Poca planificación? ¿Mucha táctica y poca estrategia? En cualquiera de los casos, síntoma seguro de nada bueno. Malo.