Jaume Collboni y Janet Sanz explicaron las últimas medidas económicas del consistorio. Las primeras que han generado gran consenso en el Gremi de Restauració, porque son las primeras que inyectan “futuro”, así en general, porque inyectan dinero en las mermadas arcas de los bares y de los restaurantes, y les abren la mano para que su actividad, todavía en confinamiento, no sea en sí misma lesiva porque abrir para no tener clientes es una aberración. Lo había dicho hasta la saciedad Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració, que seguramente todavía se pellizca para confirmar que la noticia no es un sueño. Sin duda, hay que reconocer su trabajo porque lidera un sector que tiene un futuro con nubarrones.

Tengo que decirlo, el ayuntamiento ha estado a la altura. Seguro que Collboni es el “facedor” de estas medidas que hacía tiempo le rondaban por la cabeza, porque el primer teniente de alcalde al menos escucha. Lo que sorprende es que ante unas medidas de este calado, la alcaldesa de Barcelona se haya borrado. Quizás, Ada Colau, ha tenido que aceptar unas medidas aplaudidas por todos los sectores, pero que a ella no le convencen. No es nuevo decir que la alcaldesa tiene “alergia”, o cosas peores, al gremio de la restauración al que ha perseguido durante estos años y con el que ha tenido desencuentros constantes.

La situación que se avecina es compleja y difícil. De momento, la fase 0 continuará en el área metropolitana de Barcelona y, por tanto, en la ciudad. Todo seguirá a medio gas, es un decir lo de medio, pero se abre un abanico de posibilidades a un sector que es un pulmón en una ciudad mediterránea acostumbrada a vivir de cara a la calle. Por eso, tiene relevancia la decisión del consistorio, que ha contado con el apoyo de la oposición que ha estado a la altura. Básicamente, porque había puesto voz a las reivindicaciones ciudadanas.

Collboni ha salido con notable en esta gestión. No sabría que nota poner a la alcaldesa porque, insisto, parece que ha tenido que hacer un trágala. No estuvo en la rueda de prensa. Puesto a ser mal pensado, Ada Colau debe estar preparando su comparecencia para explicar el fiasco del concierto en los balcones. O ni eso, porque envía a Jordi Martí que ha sido el autor del gran fiasco. Sin duda, Collboni y Colau forman parte del mismo gobierno municipal, pero las formas de uno y de otra están a distancia sideral.