Aquellos y aquellas que vivimos en los barrios, sabemos bien de lo que hablamos cuando pedimos más Mossos d’Esquadra en nuestras calles y plazas, y cuando reclamamos más seguridad pública. Nuestra demanda surge de abajo a arriba, de los vecinos y vecinas, y no de arriba abajo, de la administración al administrado.

Esta diferencia de mirada y de planteamiento determina totalmente, a mi entender, aquello de lo que se habla. Me explico. Esta semana he asistido a la Comisión de Interior del Parlament de Catalunya para exponer una demanda vecinal de los barrios de La Marina de la ciudad de Barcelona. El motivo de mi intervención en esta comisión fue el de solicitar una mayor presencia de Mossos d’Esquadra en las calles y plazas de estos barrios. Propuesta aprobada con la mayoría de votos a favor de los grupos parlamentarios

Entiendo la seguridad pública como un concepto claramente de izquierdas, y que debe insertarse en un conjunto mayor de intervenciones de políticas públicas por parte de la administración en nuestros barrios y en nuestras ciudades.

Curiosamente, la derecha se olvida de esta segunda parte. El concepto de seguridad que maneja actualmente la derecha, y más aún la extrema derecha, no es muy diferente al de épocas más que caducadas. Se basa en el de los señoritos explicando a los trabajadores y trabajadoras, vía “grises a caballo”, cómo tenemos que vivir. Este modelo se fundamenta en una concepción de seguridad entendida como reacción y represión de las cosas que pasan, pero se preocupa cero porque las cosas que pasen sean diferentes.

Desde la izquierda, en cambio, pensamos y entendemos la seguridad como una acción más del conjunto de políticas públicas que reclamamos de manera igualitaria al resto de la ciudad. No hablamos tanto de las cosas que pasan, que las vemos a diario, sino de que no nos gustaría que pasasen esas cosas y pasasen otras. Queremos barrios tranquilos, con calles y plazas seguras y limpias. Queremos convivencia y queremos civismo. Para nosotros, la seguridad es la base sobre la que se sostienen todo el edificio del entramado social.

Cabe decir que, a diferencia de la derecha, para nosotros la seguridad, la convivencia y el civismo, son conceptos relativos y dinámicos, conceptos que se construyen día a día, entre todos y todas. De ahí su variabilidad y necesidad de cuidado a diario. Reclamar más Mossos y más cuerpos de seguridad en nuestros barrios es reclamar más democracia, más construcción social.

Planteamos una seguridad basada en la confianza en los cuerpos policiales, por cierto, funcionarios públicos tanto como los sanitarios y los maestros y maestras de Cataluña. Un modelo de seguridad de proximidad y cercanía, construido con la complicidad de todos y de todas, y que establezca sinergias de colaboración y de confianza entre los vecinos y vecinas y aquellos y aquellas a los que les hemos encomendado la tarea no menor de cuidar de todos nosotros y nosotras.

Y esto es lo que reclamamos los barrios de Barcelona: construcción social, inversión pública, acción y transformación, regeneración urbana y una actuación de las administraciones donde más se necesita. Por este motivo, se hace necesaria la presencia de más Mossos d’Esquadra en los barrios de La Marina y en tantos otros de nuestra ciudad.

En los barrios de La Marina se están llevando a cabo proyectos de transformación, se construyen parques, se mejoran las calles, se instalan ascensores y se ponen en marcha nuevos equipamientos. Pero no queremos que el resultado sea una torre de Pisa.

Debemos trabajar diariamente y entre todos y todas por la generación de seguridad y convivencia en los barrios, con un convencimiento claro: los barrios de La Marina tienen presente, tienen futuro y tienen un gran futuro.

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Mario García es diputado del Partido Socialista de Cataluña (PSC-PSOE) en el Parlament de Catalunya