Cuando se llegue un pacto, o en el momento en el que se compruebe que no es posible, Xavier Trias se irá a su casa. La intención es dejar ordenado el patio, y que Junts per Catalunya tenga un nuevo líder en el Ayuntamiento de Barcelona. Si puede ser, con concejales en el equipo de gobierno del alcalde socialista Jaume Collboni. En caso contrario, alguien con capacidad para ejercer una oposición sólida a los socialistas, sin descartar acuerdos concretos cuando se dé la oportunidad. El problema es que Trias no puede decidir solo. Su propuesta, la de situar a Jordi Martí al frente del grupo municipal, no será un camino de rosas. Y, en última instancia, habrá un responsable: la gran referencia de JxCat, aunque no ocupe un cargo orgánico. Se trata de Carles Puigdemont, que podría tener otros nombres, con el objetivo de que el relevo de Trias sea desde el primer momento el o la alcaldable de Barcelona en las próximas elecciones.

Ese es, de hecho, uno de los factores determinantes para que se acabe llegando a un acuerdo con los socialistas. Jaume Collboni desea saber quién será su teniente de alcalde, si ese acuerdo con JxCat se produce. La relación y la confianza sería muy distinta con Neus Munté –con quien coincidió en su etapa en la UGT—que con Damià Calvet, Jordi Martí o Victòria Alsina. Pero, ¿puede Xavier Trias hoy garantizarle quién será su máximo apoyo en el Ayuntamiento si acercan posiciones y establecen un gobierno de coalición?

Trias señaló desde el momento en el que decidió su candidatura a la alcaldía de Barcelona que decidiría con plena libertad en los asuntos municipales. Ha reiterado Trias que su relación con Puigdemont es excelente, y que este le dio plenos poderes para configurar la lista electoral y para decidir la estrategia de pactos. Trias se habría ganado a pulso ese poder, porque para algo fueron a buscarlo, cuando JxCat sabía que no tenía ninguna opción para gobernar la ciudad con Elsa Artadi como candidata.

Sin embargo, si fuera por Trias su sustituto ya se habría decidido. Siempre ha asegurado el exalcalde de Barcelona, que cuenta con dos nombres de su total confianza. Se trata de Neus Munté y de Jordi Martí. Con el segundo, sin embargo, ha establecido una conexión más directa, al disponer Martí de una larga experiencia en el consistorio. Martí, además, cumple con el principal requisito: quiere dirigir el grupo municipal, se ve con ganas y con capacidad.

Pero las cosas nunca acaban siendo tan fáciles. Trias es consciente del enorme problema interno de Junts, pese a que oficialmente se señala que el partido está unido y que vive en el mejor momento, tras el acuerdo alcanzado con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Hay más voces en JxCat, en el consistorio, y en el conjunto de la dirección del partido. Existen distintas sensibilidades que, de hecho, ya están representadas en la lista electoral que confeccionó el propio Trias.

Es cierto que JxCat no debería tener prisa. Una cosa es llegar a un acuerdo con el PSC, con un determinado concejal como teniente de alcalde de Collboni, y otra es la elección de un candidato a la alcaldía de cara a las elecciones de mayo de 2007. Hay tiempo. Pero también es verdad que la política municipal es muy ingrata. Y que el conocimiento del líder tarda mucho en producirse. ¡Que se lo digan a Collboni! Lo más práctico y más eficiente para Junts es que el sustituto de Trias comience a vislumbrarse ya como la apuesta del partido para lograr la alcaldía de la ciudad, con un resultado contundente en los próximos comicios.

La lista de Trias da para elegir. Jordi Martí Galbis es su hombre. Pero, ¿qué quiere Puigdemont? El expresidente de la Generalitat cree que es el momento de una mujer joven, que pueda dar la campanada. Tiene fe en Victòria Alsina, también en Josep Rius, pero se inclina más por la exconsejera de Acción Exterior de la Generalitat.

Esas dudas, esa dificultad para elegir un camino, en un partido que, en realidad, todavía no lo es, complica las negociaciones con el PSC para llegar a un pacto de gobierno. Claro que todo depende de la voluntad real de Jaume Collboni para acordar un ejecutivo municipal con JxCat. Y, entre una cosa y la otra, el PSC sigue gobernando en minoría, solo con diez concejales.