¿Se han fijado? Barcelona no es noticia, mala noticia. Tenemos broncas en todos los lados. En casa, tenemos a los de ERC sacándose la piel a tirar y echando sal en las heridas de los rivales. A los indepes, así en general, zurrándose la badana para ver quién es más indepe y menos botifler. A Trump y a Harris, hacha en mano en su debate televisivo a poco más de un mes y medio de las elecciones. Al PP en plena forma de meme con Venezuela, metiendo la pata de forma extemporánea, y envolviéndose en la bandera patria por la “inconstitucional” Ley de Amnistía. Y a Broncano y Motos para ver quién se hace con el control del prime time, aunque alguno tiene la moto gripada.
Pero Barcelona no es noticia y eso que Colau ha anunciado que se pira y ha aprovechado para poner como un trapo al alcalde Collboni. No es por molestar pero hay más aplausos por su marcha que lloros, tantos que han hecho realidad el dicho “tanta paz lleves como descanso dejas”. Las noticias de Barcelona en esos días son aburridas, de la gestión pura y dura de cada día.
Los Mossos, dan la razón a Collboni, y alertan del aumento de armas blancas en las broncas ciudadanas y los policías se ponen las pilas porque la Mercè está a la vuelta de la esquina. Dani Sirera, el jefe del PP del Ayuntamiento, ha criticado que el consistorio no ponga remedio a los barracones o el propio alcalde hace autocrítica porque algunos trámites se hacen complejos y farragosos. De glamour poco o nada, si descontamos la Copa de América que solo es para forofos de alto standing, eso sí. Eso sí tiene glamour, pero más glamour tiene lo que dejará para la ciudad.
Hemos pasado el 11 de setembre y aquellos debates engolados y con sobredosis de adrenalina sobre el papel de la capital de Cataluña parece que son historia. Bueno el debate es la magnitud del fiasco. Ahora se habla de lo cutre, de seguridad, vivienda, movilidad --sin estridencias esotéricas--, de limpieza, de nuevas obras, de cubrir la Ronda de Dalt, del comercio, del turismo, de la reforma de Vía Laietana o de la Rambla……. Temas cutres que no son noticia. Por no haber ni no hay ni bronca política. Collboni e Illa, los vecinos de Sant Jaume, hablan y trabajan, ERC parece un corderito a la espera del caos del 30 de noviembre, Junts ni está ni se le espera, y sin líder al menos hasta las elecciones del 27, mientras los Comunes deshojan la margarita sin atinar en una puntada.
En definitiva, todo muy aburrido, pero Barcelona en el mapa. Aumento del turismo de congresos, inversiones industriales, un puerto a pleno rendimiento, el aeropuerto también con un punto segundón que hace necesario meter mano a su ampliación, Copa de América, Louis Vuitton, Fórmula 1…. Y todo sin estridencias porque la Barcelona real y la Barcelona del glamour se pueden conjugar a la vez. Y con valor añadido porque Barcelona recupera su esencia y se aleja de la decadencia, de aquella Barcelona triste y cabreada. Ahora hablamos de Barcelona en el mundo y de la Barcelona de cada día, con sus problemas y sus oportunidades.
Vivimos en el tedio, pero bien venido sea el tedio. Estoy encantado de este tedio que permita recuperar el pulso de una ciudad que lo había perdido. Problemas haberlos hay los, pero tener problemas y debatir sobre soluciones es nuestro sino. Y es importante que el alcalde lidere los debates. Agilizar la administración y la seguridad han sido sus últimas autocríticas. Lo que se echa en falta es una oposición con cara y ojos. Que el PP, el quinto partido del consistorio, sea el único que se moje el culo con la Barcelona real dice mucho de una oposición descabezada e inexistente.