Pancartas que piden civismo / ALBA LOSADA
Bien está lo que bien acaba, tendremos Ordenanza y presupuestos en Barcelona
"No acaba mal el mes para los barceloneses. Tendremos Ordenanza Cívica y tendremos presupuestos. La pinza derecha española, derecha independentista catalana y supuesta izquierda pura, los comunes, no presentarán una alternativa a la moción de confianza del alcalde y en 2026 se podrán afrontar retos pendientes y urgentes"
Barcelona tendrá nueva Ordenanza de Civismo. Por fin, diría yo, porque la vigente desde 2006 no se adecuaba a la actual realidad y hacía gala de su obsolescencia. La pasada semana los grupos han dicho la suya, han marcado posición. A favor y en contra. Los grupos que se han posicionado a favor parece que no recuerden que la nueva Ordenanza nace de una iniciativa del alcalde Jaume Collboni.
Oyendo a Jordi Martí Galbis, líder en precario de Junts per Catalunya, parece que la nueva Ordenanza se parió en Waterloo. “No es un voto al Gobierno, sino a la ciudad y a su gente”, dijo ufano el portavoz juntero. Sonaba a excusa por apoyar una iniciativa, la primera de relumbrón, del consistorio. Junts ha salido del no a todo incluida la reserva de vivienda del 30% en las promociones de la ciudad que sigue vigente por su actitud.
Pero en su comparecencia, Jordi Martí parecía que pedía perdón por dar apoyo a una propuesta socialista. Y se apuntó como el salvador de Barcelona. Casi dijo “o nosotros, o el caos”. Le faltó poco. “Barcelona tendrá nueva Ordenanza de Civismo antes de Navidad, gracias a Junts, para recuperar el orden y la convivencia; la otra opción era el tripartito y el follón de los últimos años”. Vamos, o nosotros o el caos.
Llevamos dos años de esta legislatura y el señor Martí no se ha enterado de que el tripartito no existe. Marc Serra, concejal de los comunes, se encargó de recordarlo cargando contra la nueva Ordenanza y rasgándose las vestiduras en defensa de los incívicos, gamberros y demás fauna urbana que tienen todos sus derechos, pero que no respetan los derechos de los demás. Quien la hace, la paga. Esta máxima suena feo, lo acepto, pero suele ser efectiva para hacer entrar en razón a los sinrazón. Dicho de otra forma. La libertad de uno acaba cuando empieza la del vecino.
El acuerdo pasará los controles del Ayuntamiento porque también ERC apoyará la iniciativa municipal. Los republicanos casi casi se han presentado como los garantes.
Ellos se ponen la medalla de la mediación y la medalla de que se cumpla la ordenanza. Se desconoce si el concejal Coronas al frente de su grupo se desplegará por la ciudad para hacer llegar la buena nueva, Ordenanza en mano of course, a los ciudadanos y pasar el platillo a los sancionados. Oyéndole, me lo pareció.
Más sorpresa me generó el PP. Los de Dani Sirera dicen que están en contra porque no se incluye el arraigo o prohibir el uso del burka y el hiyab. Me sorprende porque el tema del arraigo no es competencia municipal y según algunas sentencias tampoco lo es regular el burka o el hiyab.
Tanto quiere plantar cara a Aliança Catalana y a Vox que se le acumula el trabajo y no distingue lo que son las competencias municipales. Hasta Junts lo ha visto, señor Sirera.
No acaba mal el mes para los barceloneses. Tendremos Ordenanza Cívica y tendremos presupuestos. La pinza derecha española, derecha independentista catalana y supuesta izquierda pura, los comunes, no presentarán una alternativa a la moción de confianza del alcalde y en 2026 se podrán afrontar retos pendientes y urgentes. Con todos los peros, bien está lo que bien acaba.
Porque no se engañen, en 2026, año preelectoral, no tendremos nuevos presupuestos para 2027 ni grandes acuerdos de ciudad. Lo de ahora no es un espejismo, pero se le parece.
