Fotógrafos y músicos están de luto. Rotos. Xavier Mercadé, posiblemente el fotoperiodista que mejor retrató la escena musical barcelonesa desde los años 80, falleció este lunes, a los 54 años, víctima de una larga enfermedad.

Mercadé fue testigo de 14.000 conciertos y disparó un millón de fotografías, algunas eternas que todavía pueden verse en la exposición Rock Viu, en el Palau Robert. De grandes estrellas, como Bruce Springsteen o David Bowie, y grupos totalmente desconocidos para el gran público. Porque el de Xavi fue el triunfo de la pasión y la perseverancia.

Nacido en Barcelona en 1967, Xavi retrató la explosión del punk en Barcelona, en los años 80, ya fuera en conciertos multitudinarios en el antiguo Palau dels Esports de la calle Lleida o en pequeñas salas de la ciudad. Eran tiempos de fanzines, cassettes y vinilos. De cerveza barata y pogos, de movidas salvajes con su amigo Javi Castillón y muchos otros. Cuando alguna celebridad actuaba en Barcelona, Xavi se mezclaba entre el público y disparaba su cámara. Entonces tenía que pagarse la entrada y abrirse paso a codazo limpio. Eran otros tiempos.

Xavi controlaba mejor que nadie la agenda musical barcelonesa. En un día podías verlo en varios conciertos. En las Cotxeres de Sants o en Zeleste (ahora Razzmatazz), entusiasmado con los grupos que fotografiaba. Luego, con el paso de los años y tras quemar concierto tras concierto, alcanzó fama y notoriedad, y fue muy querido tanto por sus compañeros de profesión como por los grandes grupos de la ciudad y estrellas del rock que no dudaban en preguntar por él. Con Springsteen tenía contacto fluido. El Boss le reclamaba en sus últimas apariciones en Barcelona, tal vez porque él, Xavier, era el Boss de la fotografía en Barcelona. Descansa en paz.